«Ahora me planteo si Fernández Montes fue el candidato idóneo»
José Ramón del Cid, diputado provincial y líder del PP en Torremolinos. Del Cid apuesta por el consenso y la autocrítica en la nueva etapa abierta tras perder la mayoría absoluta: «Hemos estado desconectados del pueblo estos cuatro años»
Alberto Gómez
Domingo, 6 de septiembre 2015, 00:08
Concejal desde 1988, José Ramón del Cid ha permanecido más de dos décadas a la sombra de Pedro Fernández Montes, desalojado de la Alcaldía en ... junio después de que todos los grupos municipales, salvo el PP, votaran a favor de la investidura del socialista José Ortiz. Del Cid, también diputado provincial, pasó a capitanear el grupo popular tras un insólito naufragio electoral en Torremolinos, donde perdieron siete concejales y la mayoría absoluta.
¿Cómo lleva el liderazgo después de estar 20 años en segundo plano?
No lo esperaba. Pensamos que ganaríamos las elecciones, quizá con una reducción del número de concejales pero conservando la mayoría absoluta. Tras conocer los resultados, Pedro (Fernández Montes) dijo que iba a abandonar la política municipal y yo me encontré al frente del grupo.
Ya con cierta distancia, ¿por qué cree que se produjo esa debacle electoral?
Hay que hacer balance y examen de conciencia, tanto cuando se gana como cuando se pierde. Creo que en estos últimos cuatro años hemos estado desconectados del pueblo, incluso ahora me planteo si Pedro fue el candidato idóneo, aunque es cierto que después de obtener mayorías tan absolutas es muy difícil cuestionar esa posición. Quizá hubiera sido necesario plantear una renovación antes de que pasara esto.
¿Considera que fue un error que se presentara Fernández Montes?
Yo no lo calificaría como un error, pero deberíamos haber estudiado a fondo los pros y los contras. Quizá tendríamos que haber hecho encuestas internas a nivel de partido para saber cómo iba la evolución del voto y ver si el candidato era el ideal y el que demandaba el pueblo.
¿Pecaron de exceso de confianza?
Creo que sí. Estábamos demasiado confiados. Gobernando así no hay que discutir con nadie ni consensuar nada. Es muy fácil cuando se tiene la mayoría asegurada y no hay que hacer caso a la oposición, algo que hemos comprobado que es un error. Incluso con mayoría hay que tratar de consensuar asuntos con otros partidos.
Pero ustedes llevan muchos años en esto. No me dirá que acaban de descubrir el consenso.
Cuando gobiernas piensas que propones lo mejor, y cuando te quedas sin mayoría es cuando debes abrir la mente un poco más. No debería ser así, pero desgraciadamente lo es.
Cito a Fernández Montes en un pleno, antes de dar paso al resto de partidos: «Expongan sus mociones antes de que sean rechazadas».
(Silencio). Bueno, sería un lapsus momentáneo.
Tras las elecciones se abrió una fractura interna y parte de la cúpula apostaba por Margarita del Cid. ¿Usted apoyó esa maniobra?
Ella no quiso estar presente en las negociaciones con Ciudadanos, que fueron llevadas unipersonalmente por Pedro, aunque como secretaria general sí lo hizo en otros municipios.
¿Por qué no quiso?
No quiso interceder para que no le achacaran que jugaba a su beneficio, y lo dejó en manos de Pedro.
Pero Bendodo apostaba por ella.
Para que Margarita hubiera sido alcaldesa votada por Ciudadanos tendríamos que haber dimitido el número dos, que era yo, y la número tres, que era Encarnación Navarro, y a nosotros nunca se nos planteó ni remotamente. Existía el rumor de que Ciudadanos no iba a votar a Pedro, pero de ahí a que fuese candidata la número cuatro, Margarita, habría que haber dado una serie de pasos que nadie me propuso.
¿Piensa que esas negociaciones hubieran salido adelante si las hubiese llevado otra persona?
Ni siquiera me lo planteo, porque en ese momento todos los concejales del PP éramos fieles al líder, que era Pedro, y todo lo que él hacía lo aceptábamos como válido a pies juntillas.
¿Estuvo de acuerdo en la dureza de la campaña electoral del PP?
A la larga se ha demostrado que fue un error. Está demostrado que las tácticas políticas en negativo no son efectivas y se vuelven en tu contra. Deberíamos haber diseñado la campaña en positivo.
En los plenos de esta legislatura el PP ha apoyado mociones de todos los grupos municipales, algo impensable hace tan solo algunos meses. ¿Estrategia o cambio de rumbo?
Si las mociones de otros partidos son beneficiosas para los ciudadanos de Torremolinos las apoyaremos las presente quien las presente.
Han negociado los textos de algunas mociones para que se rebajara el tono de confrontación política.
Sí, hay matices que otros partidos han aceptado al igual que nosotros aceptamos propuestas de los demás.
¿Cómo es su relación actual con el resto de formaciones?
Con algunos concejales diría que de acercamiento y casi que de amistad. Podemos hacer grandes cosas juntos.
¿Ciudadanos es el objetivo?
Si dijera que no le estaría mintiendo. Es el grupo más afín a nuestra ideología. Respecto a los demás, percibimos mayor distancia. Hay grupos como Costa del Sol Sí Puede, que es Podemos, que quieren una fractura del sistema. En Torremolinos son moderados y no lo están exteriorizando, pero escuchas las declaraciones de sus líderes y apuestan por la fractura.
¿Se plantea presentar una moción de censura?
Eso lo dirá el tiempo. Ciudadanos es un grupo joven que está empezando a conocer cómo funciona el Ayuntamiento y debemos ver si tenemos suficientes puntos en común para plantear un programa conjunto. Nuestra intención es llevarnos bien con todos los grupos.
¿Está saliendo el PP de Torremolinos de ese aislamiento que lo ha caracterizado estos últimos años?
Justamente de eso hablaba hace poco con Elías (Bendodo). Los tiempos han cambiado, los ciudadanos demandan otra forma de hacer política y las propuestas deben consensuarse. Los vecinos quieren no solo opinar sino también intervenir, y nuestra obligación es dar curso a todas esas reivindicaciones.
¿Cómo se lleva con Ortiz?
Me llevo bien con el alcalde, dentro de todo lo colaborable que puede ser una relación entre dos personas que aspiran a gobernar. Debo decir a su favor que hace poco le pedí hablar en privado y no tardó ni dos días en darme una cita.
En estas semanas se ha creado la junta de portavoces, se ha regulado el transcurso de los plenos y se ha dado espacio físico en el Ayuntamiento a todos los grupos municipales, medidas que no se habían tomado hasta ahora. ¿Por qué existía ese déficit democrático?
Había cosas que funcionaban simplemente con la aplicación de la ley. ¿Déficit democrático? No sé...
Me refiero a la participación de todos los partidos, antes inexistente.
Quizá se debió a un exceso de votos.
¿Se indigestaron de tanto poder?
Es una forma de decirlo, pero no culpo a nadie. Es necesario hacer autocrítica, y yo soy el primero.
¿Se ve como alcalde?
Claro, es mi aspiración.
Y el futuro a largo plazo, ¿pasa por su sobrina Margarita del Cid?
Honestamente, sí la veo como futura alcaldesa.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión