Maíllo coloca los mimbres para la ruptura del pacto de IU con el PSOE

El coordinador general de Izquierda Unida en Andalucía, Antonio Maíllo, defendió la celebración en junio, después de las municipales, de un referéndum en su formación para decidir la continuidad en el Gobierno autonómico, aunque condicionado, dijo, al cumplimiento de una serie de medidas legislativas. Cuatro de ellas están de alguna manera reflejadas en el acuerdo de gobierno, como son las relativas a la banca pública (ya aprobado el proyecto de ley), la renta básica (a punto de concluir el grupo de trabajo del Parlamento una propuesta), una ley de Igualdad y contra la Violencia de género y la ley integral de Agricultura con el banco de tierras (con el borrador muy avanzado).

Maíllo añadió a estas normas una ley no incluida en el acuerdo, la que garantice recursos mínimos vitales a las familias para que ningún hogar «quede sin agua ni luz». El vicepresidente de la Junta, Diego Valderas, ya anunció hace un año una medida similar y obtuvo críticas y negativas por parte de los socios socialistas.

Pleno sobre corrupción

Junto a estas condiciones, Maíllo incluyó en el documento final el apoyo de Izquierda Unida a la convocatoria de un pleno extraordinario en el Parlamento en enero sobre corrupción, como también ha reclamado el PP. Izquierda Unida propondrá en el mismo la aprobación de una comisión de investigación sobre «todos» los casos de corrupción, desde el supuesto fraude en los cursos de formación en la Junta a las ramificaciones del Gürtell, Bárcenas y Fitonovo en Andalucía. Todos ellos tienen imputados de todos los partidos, incluida IU. «Toca pedir responsabilidades políticas», dijo Maíllo. Antes el vicepresidente del Gobierno, Diego Valderas, avanzó lo mismo: «Hay que forzar un debate sobre la corrupción».

Ambas propuestas parecen a priori un brindis al sol o una trampa para el PSOE y PP, ya que el reglamento de la Cámara dificulta que se investiguen asuntos ajenos a la Junta de Andalucía y solo los cursos de formación lo son.

En el PSOE ha sentado mal esta iniciativa por cuanto se compara asuntos como los cursos con los de Bárcenas y Gürtell. También el referéndum se presenta como una amenaza, lo que tampoco ha sido entendido por los socialistas. «Si quieren romper, que rompan, pero el anuncio del referéndum en junio parece ridículo», dijo una fuente socialista a este periódico.

Maíllo obtuvo el 77% del respaldo de la asamblea a sus propuestas. El documento votado en las agrupaciones locales, que no incluían los anteriores compromisos y sí la permanencia en la Junta, llegó a la asamblea celebrada ayer en Bormujos (Sevilla) con un 64% de apoyos.

Pulso con Susana Díaz

Con los añadidos, Maíllo daba respuesta no ya a los tradicionales críticos con el pacto de gobierno (Izquierda por la Base), sino también a la generación joven, aquella que sintoniza con los postulados de Podemos y piensa que esta formación rechaza la convergencia por el acuerdo de gobierno con los socialistas en Andalucía. Entre ellos, Alberto Garzón, de gran influencia ahora en el entorno de Maíllo y quién se declaró partidario de una comisión de investigación sobre los cursos sin paños calientes.

Tampoco el grupo en torno a Álvaro García Mancheño, parlamentario y nuevo líder de la CUT, vio satisfecha su reclamación de una ruptura del pacto de gobierno sin aplazamientos a junio, que quiso sin éxito que se votara por separado.

En clave interna Maíllo sale reforzado de esta asamblea, reduciendo al 13% los descontentos (fueron del 17% en la asamblea que votó a la dirección regional en 2013). Asienta su liderazgo en IU cara a los comicios que vienen, sobre todo los autonómicos.

En clave de gobierno, el político de Córdoba coloca los mimbres para una posible ruptura del pacto cara a esas elecciones al escenificar una vez más un pulso con Susana Díaz, que tan buenos réditos internos le ha dado hasta ahora (caso de la corrala). En víspera de la aprobación hoy y mañana de los Presupuestos para 2015 con los votos de los diputados del PSOE e IU y después de que Díaz proclamara estabilidad en el Gobierno por ello, Maíllo viene a decirle que no esté tan segura.

En su intervención lanzó varias puyas a la presidenta. «Si unos se alinean con Alierta, nosotros con los autónomos», manifestó.

Ambas propuestas se incluyen en el documento de balance de los dos años y ocho meses de gobierno en la Junta con los socialistas y del año y seis meses de la actual dirección que lidera Maíllo, que ha sido debatido esta mañana en un hotel en Sevilla. El documento definitivo, con tales novedades, ha sido respaldado por el 77% de los delegados. El texto original, sin ambas premisas, debatido en las asambleas locales de cada municipio, obtuvo el 64% de apoyo.

Maíllo sale reforzado por tanto de esta asamblea, después de contentar en parte al sector crítico, que en una proporción del 20% había reclamado la ruptura del acuerdo con los socialistas y una comisión de investigación sobre los cursos de formación.

Maíllo y su dirección también salen con más poder, ya que la asamblea le ha dado manos libres para los cambios de la organización en primera fila,tanto en lo orgánico como en el Gobierno. Maíllo ha descartado luego, en conversaciones con los periodistas, que piense hacer cambios "por ahora" de los consejeros de Izquierda Unida.

El líder de IU también ha arengado las bases para que trabajen por una nueva movilización el próximo 28 de febrero, centrada en defender los derechos humanos de los que se quedan sin luz y sin agua.