Sandro Rey: «El primer día me tragué media piscina»

¿Qué tal la experiencia?

Ha sido enriquecedora. Independientemente del riesgo y de lo que hemos vivido, que ha sido muy fuerte, he crecido tanto en lo profesional como en lo personal.

¿Algún moratón?

Todavía tengo un par en la espalda. El segundo día ya me había fastidiado las cervicales. Estuve más tiempo en el fisio que en la piscina.

¿Qué pensó cuando le ofrecieron participar?

Cuando me llamaron les dije que nunca me había tirado a las profundidades del agua. Me armé de valor y acepté porque quería superar este miedo. Pero cuando llegué estaba cagao, me temblaba todo el cuerpo cuando me asomé al trampolín. Me daba la sensación de que me iba a quedar debajo del agua. ¡Y el primer día me tragué media piscina!

Pero luego ha acabado haciendo mortales...

¡Al tercer día! Un doble mortal. Me acuerdo de que, cuando empecé a ensayarlos desde los seis metros, al entrar en el agua parecía que estaba borracho, no encontraba la salida. Es horroroso lo que se vive ahí.

¿Y consiguió superar el miedo a las profundidades?

Sí, lo he superado. Pero el respeto se lo tendré toda mi vida.

Rechazó participar en Supervivientes. ¿Qué le convenció de ¡Mira quién salta!?

En ese momento tenía previsto lanzar un tema musical y una persona no se puede dedicar a varias cosas a la vez, porque al final no sale nada. Pero al quedarse lo del disco parado, dio la casualidad de que me llamaron de este programa.

¿Cuándo verá la luz ese tema musical?

En navidades. Ya estamos con la estrategia comercial para que sea el próximo hit del verano.

¿Entonces va a dejar lo de la videncia?

Durante los últimos tres años, debido a mis apariciones en la tele, me llamaban mucho para los realities, pero no tenía tiempo porque hacía 44 programas al mes. No tenía tiempo ni para mirarme al espejo. Pero este trabajo lo he finalizado por ahora.

¿No le han gastado ninguna broma a cuenta de esa faceta?

Muchísimas, pero ya está uno acostumbrado. Son cosas que te las dicen con cariño y ya está. Yo no me enfado fácilmente.

«Agujetas hasta en el DNI»

¿Es la primera vez que practica deporte?

Desde que tenía 6 años he jugado al fútbol. Pero a partir de los treinta y pico lo dejé. Me dedicaba mucho más a trabajar. Pero cuando me llamaron estuve un mes haciendo pilates y culturismo para estar preparado físicamente. Pese a todo, las agujetas me salían hasta en el DNI.

Pues le ha pillado bien el truco.

Me mentalicé para hacer cosas diferentes. Cuando estaba en el trampolín, Javier Illana me vio hacer el mortal y me dijo: ¡Tú vas a hacer el doble mortal ya!. Es muy complicado, pero lo hice.

¿Cómo sienta estar a 10 metros?

Impresiona. No tenía narices de ponerme en el bordillo. Nunca fui capaz de tirarme desde allí. Desde los 7 también me entran temblores, así que lo que yo ofrezco en este programa son los mortales y acrobacias desde los 3 y 5 metros.

Alguna bronca le habrá echado Illana, ¿no?

Muchas, pero es normal. Él quería lo mejor para nosotros. Demasiada paciencia ha tenido.

¿No le pica el gusanillo de seguir saltando?

Cuando llevaba tres semanas le cogí manía a la piscina, a los trampolines, a las limpiadoras que me encontraba por allí, ¡al olor!... Mi cuerpo ya no daba más de sí, estaba agotado. Si caes una vez más ya le coges miedo.

Se habla mucho de su amistad especial con Ángela Portero.

A Ángela la quiero muchísimo. Me ha aportado muchas cosas muy bellas y positivas. Es de lo mejor que me puedo llevar de ¡Mira quién salta!. No todo el mundo puede tener la suerte de conocerla personalmente.

Explíquenos lo de las pastillas de Olivia Valere.

Olivia ha sido como nuestra mamá. Es una farmacia ambulante, pero también nos ha dado mucho cariño.