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La Virgen de Lágrimas y Favores con el manto cubierto. Fernando González
La lluvia obliga a Lágrimas y Favores a darse la vuelta y no poder realizar su recorrido completo
semana santa

La lluvia obliga a Lágrimas y Favores a darse la vuelta y no poder realizar su recorrido completo

Las precipitaciones intermitentes caídas durante la mañana empujaron a la hermandad a darse la vuelta cuando el cortejo se encontraba a la altura de calle Atarazanas

MANUEL GARCÍA

Lunes, 25 de marzo 2013, 13:54

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La lluvia ha deslucido la mañana del Domingo de Ramos. Sobre las 11 horas Lágrimas y Favores salió desde el interior de la iglesia de San Juan, cuyos aledaños se encontraban abarrotados de gente para asistir a la salida. El cortejo inició el recorrido procesional con normalidad a los sones de la marcha 'Callejuela de la O', aunque a su paso por la calle Cisneros, a escasos metros de la sede canónica de la cofradía, aparecieron las primeras gotas de agua que acompañaron de manera intermitente a la hermandad en su itinerario. La lluvia continuó con mayor intensidad, obligando a la hermandad a darse la vuelta cuando el cortejo se encontraba a la altura de calle Atarazanas. De esta forma, la procesión continuó por Puerta del Mar para enfilar calle San Juan para regresar a su templo.

Durante la salida procesional los hermanos de Lágrimas y Favores tuvieron que resguardar algunos enseres como el estandarte de la Virgen en uno de los establecimientos de calle Nueva, e incluso cubrir con un plástico el manto bordado de la imagen. Pese a la lluvia, la procesión mantuvo el mismo ritmo hasta el encierro, en un itinerario en el que también se vivieron momentos especiales. El público que aguardaba en las aceras con paraguas el paso de la Virgen de Lágrimas y Favores aplaudía la labor de hombres de trono y capataces en varios puntos del recorrido como la entrada en calle Nueva a los sones de 'Campanilleros' o la maniobra para poder continuar por calle San Juan ante la estrechez de esta vía.

Las imágenes más emocionantes se vivieron en el encierro cuando la Virgen fue mecida con la marcha 'Lágrimas de San Juan', cuya letra fue interpretada por los portadores y hermanos, y bajo una lluvia de pétalos de flores que se lanzaron desde la iglesia, del mismo modo que la saeta que cantó el artista malagueño Antonio Cortés, antes de que el trono entrara en el templo y esta sección de las Reales Cofradías Fusionadas diera por concluida la salida procesional hasta el año que viene.

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