El Gobierno de Gibraltar cree que la presencia de la Guardia Civil en 'sus' aguas es «ilegal»

Este llamamiento inusual, difundido a través de un comunicado, aleja aún más el previsto viaje del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, al Peñón el próximo día 21 para participar en una reunión del Foro de Diálogo sobre Gibraltar, y que supondría la primera visita de un jefe de la diplomacia española a la Roca.

El Ejecutivo de Peter Caruana señaló en la nota que durante este pasado fin de semana se han repetido nuevas «invasiones» de la Guardia Civil en aguas gibraltareñas, por lo que recuerda a todos los usuarios de estas aguas que «ninguna» autoridad española tiene «autoridad para ejercer ningún tipo de jurisdicción en aguas territoriales gibraltareñas».

Así, advierten de que «debe rechazarse» cualquier petición hecha por autoridades españolas dentro de estas aguas ya sea para abordar embarcaciones, requerir documentación, hacer preguntas o para llevar a cabo cualquier actuación relacionada con el cumplimiento de la legislación, sobre todo en materia de pesca y medio ambiente.

A todos aquellos propietarios de embarcaciones que sean abordados de esta manera, el Gobierno de Gibraltar les pide que contacten «inmediatamente» por radio o teléfono con la Policía de Gibraltar o que coloquen una bandera de auxilio para que la Policía y otra autoridad marítima del Peñón acuda a la zona.

Reacciones

El Ministerio español de Asuntos Exteriores y de Cooperación manifestó ayer que seguirá trabajando para «profundizar» la colaboración con Gibraltar dentro del Foro de Diálogo, a pesar de la actitud del Gobierno de Caruana.

Así se manifestó a Europa Press un portavoz del departamento que dirige Moratinos tras tener conocimiento del comunicado emitido por el Ejecutivo gibraltareño.

Sin querer entrar a valor el contenido de la nota, el portavoz del Ministerio se limitó a señalar que Exteriores sigue pendiente de la convocatoria del tercer encuentro ministerial del Foro, en el que quieren seguir trabajando «con espíritu constructivo».

La polémica surge por el entorno de 23.642 hectáreas. La Comisión Europea las reconoció en 2006 como 'Aguas sureñas de Gibraltar' y el pasado mes de diciembre, a petición del Gobierno español, quedaron englobadas como 'Estrecho Oriental'. Esta disputa está impidiendo, según Caruana, que las tres partes avancen hacia la consecución de un acuerdo sobre cooperación marítima con el fin de prevenir desastres medioambientales.

Con respecto a esta polémica sobre la soberanía de las aguas, el portavoz del Ministerio señaló que el Gobierno mantiene su posición. Esto es, que no reconoce a Gibraltar más aguas que las del interior del puerto, según el Tratado de Utrecht.

Por otra parte, el senador del PSOE José Carracao, lamenta que Caruana no tenga la «valentía» de pactar con España un acuerdo sobre cooperación marítima con el fin de prevenir desastres medioambientales.

Como reacción tras el comunicado, comentó que tiene la «certeza absoluta» de que la Guardia Civil «lo único que hace» en esas aguas es «perseguir a presuntos delincuentes», consideró que la nota del Gobierno gibraltareño sólo se explica por la necesidad de «justificar» que no van a acceder a cerrar el acuerdo con España.

Crítica del PP

El PP también reaccionó ante esta nueva polémica. El diputado nacional del PP José Ignacio Landaluce dijo que el llamamiento del Gobierno de Gibraltar quiere «tensionar» las relaciones con España de modo que el Gobierno español se «acobarde» y ceda a los intereses gibraltareños en su reclamación sobre las aguas.

Bajo su punto de vista, «Gibraltar busca tensionar las relaciones con España, es una estrategia clara de forzar y forzar para que el Gobierno español se amilane, achante y acobarde». Para el diputado, esa actuación tendría como fin último que España, «reconozca lo que ellos desean», es decir, la soberanía de las aguas.

El PP teme que para evitar conflictos el Gobierno «se achante y trague» con las afrentas del Ejecutivo gibraltareño y reconozca, «justo antes de la celebración del Foro de Diálogo», como gibraltareñas las aguas hasta las tres millas que la colonia reclama.