Menos bautizos, comuniones y bodas

La creciente secularización de la sociedad, es decir, «la pérdida de influencia de la religión convencional en la vida social» estaría detrás de estas cifras. Así lo explica el profesor del área de Sociología de la Universidad de Málaga José Fernando Troyano, quien destaca que este proceso, aunque se ha incrementado en los últimos años, comenzó hace tiempo, y no refleja que la sociedad malagueña sea menos religiosa, «sino que las formas de la religiosidad están cambiando». «Si le preguntamos a la gente si cree en Dios, la proporción de respuestas afirmativas sería la misma que hace cincuenta años», explica.

«Las prácticas religiosas tradicionales descienden porque, a diferencia de lo que ocurría hace años, hoy no hay una sanción social hacia quien decide no realizarlas o declararse agnóstico o ateo. Nadie le va a poner una etiqueta a un niño porque no esté bautizado o no haya hecho la comunión, ni va a sufrir algún perjuicio social», afirma Troyano, que explica que Málaga tiene unas características propias que hacen que el descenso sea más acusado que en otras provincias: «La edad media de la población es más baja, lo que conlleva una menor influencia de la religión convencional, a lo que se suma la mayor pluralidad religiosa por el alto número de extranjeros».

Por su parte, el vicario episcopal de la ciudad de Málaga, Francisco González, no considera negativo el descenso de bautizos, bodas y comuniones porque para la Iglesia «no es tan importante el número como la calidad». Así, explica que las presiones sociales o familiares que llevaban a muchas personas a pasar por la vicaría en contra de su voluntad o a bautizar a sus hijos están desapareciendo «y ahora reciben el sacramento aquellas personas que están convencidas de su significado».

Asimismo, el sacerdote reconoce que existen «signos de laicidad» en la sociedad malagueña, «aunque también hay índices que evidencian lo contrario». A este respecto, admite que es necesario que la Iglesia se acerque más a los jóvenes.

De esta forma, mientras en 2003 más de ocho mil niños tomaron la primera comunión, esta cifra ha ido descendiendo paulatinamente hasta los 5.200 del año pasado, lo que supone una caída del 37%, a falta de que algunas parroquias trasladen sus datos al Obispado.

Población extranjera

En el caso de los bautizos, la disminución ha sido del 26% en los últimos seis años, pasando de unos diez mil en 2003 a unos 7.500 el año pasado. A la hora de explicar estas cifras, tanto Troyano como González aluden al aumento de la población extranjera en la provincia. «Hay una mayor proporción de residentes que no son católicos y por lo tanto no practican estos ritos», señala el sociólogo malagueño. En la misma línea, el vicario resalta la importancia del fenómeno de la inmigración: «Hay una nueva estructuración social, con muchos evangélicos, ortodoxos... La población extranjera que más ha crecido es la marroquí, y la mayoría de ellos son musulmanes, por lo que no bautizan a sus hijos».

El descenso más acusado se registra en el número de uniones conyugales. Las parejas que deciden dar el 'sí, quiero' en una iglesia han descendido casi a la mitad desde 2003, año en el que se contabilizaron más de 4.500 matrimonios religiosos, frente a los 2.344 de 2008. Estos datos, unidos al aumento de la proporción de enlaces civiles respecto al total de matrimonios, evidenciarían la mayor secularización de la sociedad malagueña. Así, en 2007, las bodas civiles representaron el 44,5% del total de enlaces, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). El pasado año, estos matrimonios ascendieron a 2.076 en la provincia, según datos del Ministerio de Justicia, frente a los más de 2.300 católicos.

Más bodas civiles

Y es que atrás quedan los tiempos en los que las ceremonias civiles se consideraban fuera de lo normal. Hoy estos enlaces están a la orden del día, como constatan en Emotiva, empresa organizadora de eventos. «El año pasado se igualaron las bodas civiles con las religiosas y en las reservas que hemos hecho hasta ahora para 2009, las ceremonias católicas son las menos», explica Vanessa Cobos, responsable de la firma. La disminución del número de matrimonios, tanto católicos como civiles, también se explicaría «por el creciente miedo al compromiso» y por las dificultades económicas por las que están atravesando muchos malagueños, según el vicario de Málaga. El sociólogo José Fernando Troyano también se refiere a la crisis a la hora de explicar el descenso de las celebraciones religiosas en los últimos años que, a su juicio, irá en aumento: «Habían adquirido una dimensión festiva que conllevaba un coste económico que es difícil mantener».

Varios restaurantes consultados por este periódico confirman esta tendencia. Las reservas para comuniones han caído hasta un 30% este año, y las que se celebran lo hacen con muchos menos comensales, pasando de unos 70 a 40. Esta situación se repite en bautizos y bodas.