Sobre aguas truculentas
TEODORO LEÓN GROSS
Martes, 2 de diciembre 2008, 14:57
En su programa 'Málaga: futuro perfecto', el PP ha imaginado un puente de 11 km sobre la bahía. Se trata de un puente magnífico en ... el selecto club de las siete millas aun sin ser Pontchartrain, Donghai, el Vasco de Gama o la Calzada del Rey Fahd con seis carriles y una vía para el tren litoral. En fin, el proyecto tiene algunos inconvenientes, de entrada porque no existe el proyecto. Pero tampoco hay que ponerse estrechos: criticar un proyecto por no tener proyecto sólo es un tecnicismo. Hay otros inconvenientes, como la falta de estudio económico y de informe ambiental. Claro que los visionarios es lo que tienen: donde los demás ven la realidad, ellos ven más allá. De hecho, el proyecto del puente inexistente incluye la vía para un tren litoral también inexistente, aunque desde hace tiempo éste se use como cebo electoral. En definitiva, el puente sólo es un fotomontaje propagandístico con photoshop que los portavoces del PP muestran por ahí con el mismo entusiasmo con que los futuros padres enseñan una ecografía vacía.
El puente de la bahía no tardará en sumarse al Memorial de Proyectos Apócrifos de Málaga: desde el encauzamiento del Guadalmedina en el XIX al embovedamiento del río en el siglo XXI, desde la segunda torre de la Catedral a la torre de luz presentada esta década, el rascacielos de casi trescientos metros en la explanada de la Comisaría, la torre de comunicaciones World Trade Center en el Puerto, el tren elevado en monorraíl, en fin, entre fantasía y fantasía, el PP quizá debería poner énfasis en la realidad. Aún no han licitado la avenida del soterramiento pero hablan del megapuente; no hay nada sobre el tercer hospital o los Baños del Carmen pero airean su megapuente; piden ilusión mientras la realidad sigue su curso fallido sin saneamiento integral, auditorio, parque temático o puerto deportivo en el Morlaco. Parafraseando aquella vieja canción de Simon & Garfunkel que prometía desplegar «un puente sobre las aguas turbulentas» ante la adversidad, en el PP han tendido un puente sobre las aguas truculentas de la política para atravesar la desilusión ante un ayuntamiento con un balance demasiado gris, sin un gran proyecto tras una década.
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