TIEMPO PASADO: F. Guerrero Strachan

Podemos afirmar que la labor constructiva de Fernando Guerrero es inmensa durante las tres primeras décadas del siglo XX. Se le han catalogado más de sesenta y dos obras, entre las de carácter público, particulares, industriales, comerciales y privadas. Citemos el Ayuntamiento, edificio neobarroco con abundante decoración en forma de atlantes y relieves. Destaca el frontón de la fachada principal, la escalera imperial, la planta noble en la que sobresalen el Salón de Plenos y el Salón de los Espejos. En aquél, las pinturas muestran al visitante las glorias de la ciudad a través de la historia. Es muy notable y admirada la obra del célebre pintor Muñoz Degrain, valenciano de nacimiento pero malagueño de adopción, dedicada a la ayuda humanitaria que prestaron los malagueños a los náufragos de la fragata alemana Gneisenau. En el Salón de los Espejos se muestran los retratos de los hijos más ilustres de la ciudad. En 1911 se convocó el concurso para su erección que fue ganado por Fernando Guerrero Strachan y Manuel Rivera Vera. Las obras finalizaron en 1919. Otras obras fueron: el Seminario Conciliar, residencia e Iglesia del Sagrado Corazón; Hotel Príncipe de Asturias -denominado posteriormente Miramar, y en la actualidad sede de la Audiencia Provincial de Málaga-; Hotel Caleta Palace -convertido después en Sanatorio 18 de julio, y en la actualidad futura sede de la Subdelegación del Gobierno-; Colegio del Monte, Casa Palacio de Tomás Bolín, casas de Félix Sáenz.

A estas construcciones debemos de añadir más de veinte villas y chalés en la zona oriental de Málaga: Saint Moritz, La Bougainvillea y villas Torrelaguna, María y Trini, entre otras.

Entre los edificios industriales ideados por este célebre arquitecto malagueño debemos mencionar la fábrica de A. Lapeira, almacén Bernazzo Bertolli y Arturo y almacenes Félix Sáenz, en la plaza que lleva su nombre.

Fernando Guerrero Strachan ha sido, sin duda, el genial arquitecto que ha logrado dotar a Málaga del mayor número de monumentos con un estilo característico muy personal. La crítica ha destacado en su obra la feliz mezcla y combinación de diversos estilos en sus creaciones artísticas: el gótico, en la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús; el mudéjar, en varias casas en el Paseo de Reding, y el modernista, en las casas de Félix Sáenz.

Seguidor de su tío Eduardo Strachan Viana-Cárdenas, supo imprimir a sus creaciones artísticas un sello personal e inconfundible, admirado por cuantos contemplan los edificios en los que esplenden majestuosamente su estilo inconfundible.