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Alicia Caboblanco
La salud de los pies más allá de los callos

La salud de los pies más allá de los callos

Pie diabético, deformidades, uñas encarnadas... Los podólogos aconsejan estar atentos al cambio de coloración en las uñas y alertan del peligro de heredar calzado

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Martes, 14 de septiembre 2021, 19:02

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Las enfermedades que afectan a nuestros pies y que nos obligan a visitar al podólogo con cierta frecuencia van más allá de los juanetes y los callos. «Una ampolla mal curada en una persona con diabetes, por ejemplo, puede terminar en una amputación», advierte la presidenta del Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana (ICOPCV), Pilar Nieto. Especialistas en la salud de los pies repasan algunas de las patologías más frecuentes y a las que se debe prestar atención.

Retroquinia (uña encarnada)

Ojo con abusar de las zapatillas con puntera de goma y plataforma

La retroniquia –un tipo de uña encarnada– es una de las patologías más frecuentes entre los adolescentes por el uso y «abuso» de calzado deportivo con suela robusta y considerable plataforma. «Visualmente, podemos observar que el nacimiento de la uña está enrojecido o inflamado. En algunas ocasiones, la zona afectada supura líquido y suele resultar muy molesto. La mayoría de las veces, esta alteración de la uña se origina por microtraumatismos repetidos en la zona de la matriz. Ahora bien, es importante hacer un diagnóstico diferencial con una infección por hongos o por cándidas o algunas tumoraciones que pueden presentarse también con una inflamación crónica del borde proximal de la uña», precisa la podóloga valenciana

El tratamiento para sanar una retroquinia puede ir desde la desinfección de la zona y una curación espontánea hasta la necesidad de usar antibióticos por una infección o incluso tener que eliminar la uña. «La relación de esta patología está íntimamente relacionada con el uso de calzado duro en la puntera, pesado y demasiado robusto y aunque muchos jóvenes piensen que 'sarna con gusto no pica', los podólogos no recomendamos el uso de este tipo de deportivas como calzado habitual», coinciden los especialistas.

Pie diabético

El 40% de los pacientes se tienen que someter a una amputación

Pese a que solo afecta a las personas que sufren diabetes, se trata de una enfermedad que «reviste gravedad» si no se hace un buen seguimiento, insisten en el Colegio de Podólogos de Asturias. No en vano, 4 de cada 10 personas afectadas por esta patología se tienen que someter a una amputación del pie. «En una diabético una simple herida o rozadura puede llevarlos rápidamente a una úlcera y de ahí a una amputación, por eso es muy importante que lleven un control estricto de su patología y de los factores de riesgo, además de mantener una higiene y cuidado de sus pies muy exhaustiva», añade Pilar Nieto. En cualquier caso, los expertos aconsejan a la población en general estar siempre atentos a cualquier cambio en la coloración de las uñas o del tacto de la piel.

Síndrome del escaparate

Dolor intenso en las piernas al andar distancias cortas. Afecta sobre todo a hombres mayores

Si cada vez que echa a andar tiene la necesidad de pararse cada pocos metros porque nota un dolor muy intenso en las piernas (sobre todo en las pantorrillas) puede que sufra lo que coloquialmente se conoce como 'síndrome del escaparate', una patología que ocasiona el estrechamiento y obstrucción de los vasos sanguíneos y produce mucho dolor. «Esta enfermedad no es ninguna tontería y muchas veces somos los podólogos los que la diagnosticamos», señala la presdidenta del ICOPCV.

Esta patología afecta a un elevado porcentaje de la población, especialmente a hombres mayores de 65 años, con factores de riesgo cardiovascular como hipertensión o hipercolesterolemia. Los expertos aconsejan que cuando comience el dolor se descanse de tres a cinco minutos antes de volver a reanudar la machar para mejorar la llegada de sangre a los músculos. También se deben evitar las medias de compresión en las piernas y elevar la parte de la cabecera de la cama para aumentar la circulación sanguínea.

Deformidades

Alertan sobre el peligro de heredar los zapatos de otros niños

Heredar los zapatos de tu hermano o tus primos mayores es una práctica habitual en casi todos los hogares. Sin embargo, los podólogos alertan de los problemas que pueden ocasionar este calzado en el pie del niño; desde rozaduras hasta contagio por hongos y en los casos más graves deformidades, generación de patologías derivadas de un mal apoyo o la alteración de su manera de caminar.

«El principal problema radica en que muchas veces nos parece que un calzado está nuevo y en realidad, no lo está. Aunque sea mínimamente, la plantilla interior puede haberse adaptado al pie del primer niño que lo utilizó, lo que afectará al siguiente que herede el calzado. Los más pequeños muchas veces notan molestias, pero no dicen nada y durectamente modifican la posición de su pie. Unas veces agunatn las rozaduras y otras encogen los dedos porque el zapato le queda pequeño. Todo esto afecta a su marcha y al correcto desarrollo del aparato locomotor», argumenta Pilar Nieto.

Si el calzado que se hereda sólo se ha usado tres o cuatro veces, lo recomendable es confirmar que no presenta deformidades, pliegues en el empeine, ni ningún tipo de desgaste en la puntera o el talón. También es importante cambiarle la plantilla interor. Otra recomendación: de los cero a los tres años, los podólogos aconsejan revisar la talla de pie del niño cada dos semanas.

Mucho cuidado con la 'cirugía de cuarto de baño'

«La gente se hace verdaderas barbaridades en los pies. He atendido todo tipo de incidentes, desde quemaduras hasta infecciones muy importantes por usar tijeras o cuchillas para quitarse un callo o un papiloma», alerta la presidenta del Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana (ICOPCV), Pilar Nieto. Es lo que los especialistas en el cuidado y tratamiento de los pies denomiman con cierta sorna 'cirugía de cuarto de baño'. «Cuando te viene un paciente que se ha destrozado los pies intentando hacerse un 'tratamiento' casero, siempre les digo: 'qué, ¿te has intentado operar en el baño?», bromea la especialista, quien alerta sobre el peligro de estas prácticas. «Los callicidas, por ejemplo, son más peligrosos de lo que pensamos. Es un quemante y no solo hay que saber aplicarlo bien sino distinguir sobre qué tipo de lesión se aplica. A veces pensamos que es un callo y resulta que es un papiloma», advierte la podóloga valenciana.

Los expertos en la salud de los pies están acostumbrados a ver de todo en sus clínicas. «Y cuando decimos de todo, es de todo. Hay gente que se hace plantillas con cosas que se encuentra por casa; desde un trozo de cartón de un cuaderno a una compresa pegada dentro del zapato», revelan.

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