La actriz maldita de 'El último tango en París'
Fallece a los 58 años Maria Schneider, convertida en 'sex symbol' a su pesar, tras una irregular carrera trufada de drogas
O. L. BELATEGUI
Viernes, 4 de febrero 2011, 02:29
Maria Schneider tenía 19 años cuando Bernardo Bertolucci la encerró en un piso de París junto a Marlon Brando. Los protagonistas de 'El último ... tango en París' (1972) dejaban su identidad en la puerta. Ni siquiera sabía uno el nombre del otro. Un viudo desesperado y una hipnotizada veinteañera se entregaban sin condiciones en un filme desgarrado y desolador, que su director todavía considera «la película más romántica que conozco».
Aquella obra maestra forma parte de la memoria colectiva del tardofranquismo: sus escenas de sexo obligaban a ir en procesión a San Juan de Luz y Perpiñán, en Francia. El morbo de la celebérrima secuencia de la mantequilla eclipsó la hondura de este viaje sin retorno de dos amantes. Schneider se convirtió en 'sex symbol' a su pesar. Y la potencia del filme la condenó a figurar para siempre como la sensual compañera de juegos eróticos de Brando. Ayer murió en su París natal a los 58 años.
«Estoy harta de que me pregunten sobre 'El último tango en París'», confesaba a este periódico en el Festival de Las Palmas de 2004. «He hecho 50 películas y no creo que el público me identifique con ese personaje que me introdujo en la historia del cine. Es un clásico de Bertolucci, nada más. Creo que ha envejecido mal y que su director no cumplió las premisas que planteaba. 'Liberation' ha elegido las diez cintas más importantes de la historia, y sigo sin comprender por qué la incluye».
Marie Christine Gélin reposará desde hoy en el cementerio parisino de los artistas, Pere Lachaise, tras «una larga enfermedad» que su familia no ha precisado. Hija del actor Daniel Gelin (que no la reconoció hasta que fue mayor de edad) y de una librera rumana, Schneider siempre recordó su trabajo con Bertolucci como una experiencia incómoda que le dejó secuelas emocionales. Estaba condenada a volver a ella una y otra vez.
Debutó a los quince años
Debutó en los escenarios con quince años sin haber recibido una clase de interpretación. Antes de enfrentarse a Marlon Brando ya había bregado con estrellas como Alain Delon. La conmoción mundial que provocó el filme de Bertolucci la puso en el punto de mira de cineastas-autores, aunque casi siempre en papeles con fuerte carga sexual. Schneider rechazó hacer de María en el 'Jesús de Nazaret' de Franco Zeffirelli y acabó ingresada en un sanatorio mental tras abandonar el plató de 'Calígula', de Tinto Brass. Su cinta favorita -la mejor tras 'El último tango'- era 'El reportero', de Michelangelo Antonioni, junto a Jack Nicholson. «Antonioni es el gran director de mi carrera artística. Aunque tiene 90 años todavía somos amigos», contaba la actriz en Las Palmas. Para el rodaje de esta cinta se emplearon localizaciones en diversos puntos de la geografía española, entre ellos Marbella.
En los 80 trabaja en Francia e Italia con directores de prestigio como Jacques Rivette y Luigi Comencini. Logra el César a la mejor actriz de reparto por 'Memorias de una puta francesa' (1980) y en los 90 se asoma en 'Las noches salvajes', de Cyril Collard, y 'Jane Eyre', de Franco Zeffirelli. Bertrand Blier le da la oportunidad de interpretarse a sí misma, una actriz maldita, en 'Los actores'. Su última aparición en el cine se produce hace dos años, en 'Cliente', de Josiane Balasko.
La Legión de Honor en junio del año pasado culminaba una carrera errática trufada de drogas, problemas psicológicos y retornos decepcionantes. La luz anaranjada de aquel piso parisino y el saxo de Gato Barbieri la persiguieron hasta sus últimos días: «Bertolucci nos obligó a improvisar rememorando escenas de nuestra infancia. Aquello se reveló más impúdico que la desnudez».
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