La crisis hace resurgir la venta ilegal de coches en plena calle
Los negocios de compra-venta de vehículos alertan de que algunos parados se dedican a este negocio para obtener ingresos
ALMUDENA NOGUÉS
Lunes, 1 de noviembre 2010, 16:59
«Se vende. Renault Laguna de 2004. 65.000 kilómetros. En perfecto estado de motor, muy cuidado y con todas las revisiones realizadas en ... taller oficial. 1.400 euros». El anuncio cuelga de uno de los cristales del vehículo en sí, estacionado en la travesía de Churriana. No es el único. De hecho, tiene una dura competencia: nada menos que otros siete coches, con sus respectivos carteles, buscan dueño a costa de ocupar la vía pública y de restar plazas de aparcamiento. Un negocio ilegal que, como advierte Rafael García, presidente de la Asociación Malagueña de Automoción (AMA), se está intensificando de nuevo en la provincia al calor de la crisis económica.
Basta con pasearse por cualquier avenida o calle transitada para comprobar que esta práctica ha rebrotado. La venta ambulante no es un fenómeno nuevo. Los concesionarios llevan años denunciando esta competencia desleal que, como critican, les está «hundiendo» el negocio en la medida en que sus autores eluden el pago de impuestos para promocionarse en el espacio público. En los últimos meses, sin embargo, este viejo caballo de batalla ha vuelto a convertirse en uno de sus principales quebraderos de cabeza.
«Cada día vemos más casos. Nos consta que hay negocios de compra-venta que han cerrado por las dificultades económicas y ahora recurren a esta segunda vía para ahorrarse costes. También hay personas desempleadas que ven en esta actividad una vía rápida de obtener dinero fácil. Entendemos que se tengan que buscar la vida, pero no a costa de perjudicar a los demás», expone García.
David Noguera, propietario de Garantiauto, es uno de tantos empresarios de la automoción que lidian estos días contra esta venta ilegal que, tal y como advierte, le está «machacando». Y es que a la venta callejera se suman los miles de anuncios que aprovechan el escaparate del ciberespacio para hacer caja a costa de la compra-venta de vehículos.
La competencia es tal que Noguera asegura que sino le queda otra opción tendrá que echar el cierre y recurrir a la picaresca. «Así no pago ni cuota de autónomo, ni impuestos, ni local ni luz ni agua. Fácilmente puedes sacar mil euros al mes de esta manera», argumenta al tiempo que pone sobre la mesa, los estragos que la crisis y la venta ilegal están haciendo en su negocio: «Mi concesionario tiene mil metros cuadrados y hasta hace poco siempre tenía un mínimo de veinte coches en venta, de los que salían unos doce al mes. Hoy tengo nueve y con suerte comercializo uno a la semana», ilustra este empresario que también culpa al paro de esta situación. «Hay demasiada gente con mucho tiempo libre que se dedica a cazar gangas, comprarlas y revenderlas más caras. Basta una pequeña inversión inicial para hacer negocio, y contra eso no podemos hacer nada», lamenta impotente.
Los ejemplos se suceden en puntos como Eugenio Gross, las avenidas Carlos Haya, Velázquez, las calles Blas de Lezo, Martínez de la Rosa, Martínez Maldonado, Calzada de la Trinidad...Son solo algunos de los 'concesionarios a pie de calle' que inundan la estampa urbana, para mal, también de los vecinos. Y es que a tenor de las observaciones de la policía local la permanencia media de estos vehículos de segunda mano en un mismo aparcamiento es de tres meses. Si se tiene en cuenta que una plaza tiene una rotación diaria de entre cinco y seis coches, se puede deducir que cada venta ilegal resta entre 500 y 600 plazas al trimestre.
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