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El Unicaja mejora, pero no le da para ganar al Madrid (90-75)
En un partido con altibajos, fue perdiendo por 19 y estuvo a sólo tres puntos en el último cuarto
El Unicaja ya se ha quedado sin red. Mejoró notablemente respecto al primer partido contra el Madrid, pero no le dio para superar al conjunto ... blanco este viernes en la capital de España. De este modo, tendrá que ganar el domingo en Málaga para seguir con vida (90-75). Fue una pena, porque la realidad es que esta vez sí se vio al equipo malagueño a su verdadero nivel, aunque sólo en determinadas fases del partido y ese fue el problema. El exceso de pérdidas en la primera parte, la falta de acierto exterior y una mala salida tras el descanso fueron un lastre importante. A pesar de eso, el Unicaja logró recomponerse al final, pero la realidad es que le faltaban efectivos, jugadores claves como Carter o Taylor, además de Osetkowski, que volvió a ser descartado. Demasiadas 'bajas' para competir contra un equipo como el Madrid, que volvió a ser más sólido y mejor.
Era evidente que el Unicaja de este segundo partido era otro. En el primer duelo se le vio agotado a nivel mental, además de físicamente, pero este viernes, la energía era superior. Se notó a nivel defensivo, llegando a cada bloqueo, metiendo más manos y con más ritmo en sus acciones. Esto explicó el 8-14 a los siete minutos, en los que fue clave el papel de Kravish como pivote del juego. El estadounidense se imponía a Tavares sin necesidad de lanzar de tres. El tanteo a los siete minutos (8-14) evidenciaba el mejor tono del cuadro cajista y los problemas que tenía el Madrid para superar la defensa malagueña. El Unicaja jugaba como quería, finalizando en los primeros segundos de cada posesión o con sistemas más largos bien ejecutados.
El acierto exterior del Madrid hasta este momento no tenía nada que ver con el primer cuarto del encuentro del miércoles (metió nueve triples), sin embargo, las primeras canastas desde la larga distancia dejaron un panorama diferente. Hezonja abrió el parcial de los blancos y lo continuó Llull con muy buenos minutos. El Unicaja pasó a sufrir porque perdió más balones y tras un 15-5 acabó el primer cuarto por detrás, 23-19.
Esos balones perdidos de más acabaron siendo claves, porque generaron cierto desorden entre los de Ibon Navarro, que en cuanto se recompusieron volvieron a mandar en el partido. Acciones rápidas y con agresividad hasta el 26-27. El Madrid tuvo que recuperar a Campazzo y Tavares ante el dominio malagueño y ahí empezó a sufrir el Unicaja, también con un arbitraje que dio demasiados tiros libres a los locales que volvían a distanciarse (36-29, min. 14). Aguantó bien la oleada el conjunto cajista fiel a su defensa agresiva, muy adelantada para crear problemas a los generadores del juego del Madrid. Apretaba el Unicaja cuando se descentró con los árbitros. Fueron dos técnicas seguidas, la primera a Taylor por protestar una falta a Abalde que claramente no fue. La segunda fue para un Ibon Navarro desesperado con los colegiados. «¡Siempre lo mismo!», gritaba el vasco en el banquillo. El resultado fue un 44-36 al borde del descanso que no hacía justicia a lo que se veía en la pista y que Tyson Pérez arregló con dos buenas acciones tras rebote.
En la primera parte, el Madrid había lanzado el doble de tiros libres que el Unicaja, pero lo que lastraba el juego cajista eran las 14 pérdidas, así que de nada le servía su dominio en el rebote.
Los primeros minutos de la segunda mitad fueron una pesadilla, porque el Unicaja insistió en ese exceso de pérdidas y el Madrid le hizo un roto en un abrir y cerrar de ojos. Campazzo, un gran Abalde, y Hezonja dispararon a su equipo hasta un duro 63-44. El Unicaja estaba noqueado, pero el Madrid no lo remató. Se adornó el conjunto blanco con algunas florituras de su base argentino y de Hezonja. Ahí respiró el equipo verde. Primero dejó de perder balones y pudo aprovecharse de la relajación local para imprimir más ritmo. Pudo correr un par de veces y también logró un triple. El parcial hasta el final del tercer cuarto fue de 4-14, pero la desventaja antes de los últimos diez minutos todavía era importante (67-58).
Ese cuidado del balón, con sólo dos pérdidas en el tercer cuarto, fue fundamental y fue el camino para que el Unicaja soñase con la remontada. Fue gracias a una gran defensa, el acierto de Perry y las buenas prestaciones de Sima, que dejó a su equipo a sólo tres puntos del Madrid (69-66) con mucho partido por delante. El partido empezaba de nuevo en unos excelentes minutos del equipo de Ibon Navarro. Después de todo lo que había sufrido, el Unicaja se había recompuesto. Pero le faltó seguir empujando o, mejor dicho, no perder más balones, porque fue lo que pasó. Un par de errores permitieron al Madrid recomponerse. Garuba anotó un triple, luego llegó otro de Hezonja, una antideportiva clara de Tyson Carter y, para rematar, un triple inverosímil de Campazzo a dos minutos del final, que encima recibió falta (83-71). Y ahí murió el partido. El Unicaja había mejorado, pero no le bastó para ganar en Madrid.
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