El Unicaja más español en el último cuarto de siglo

Ha sido la seña de identidad de la política de fichajes del Unicaja en las últimas temporadas, la de tratar de hacerse con jugadores españoles, pero con aquellos que estuviesen fuera del ámbito de los grandes de la Liga. El primero en llegar fue Jaime Fernández, más tarde se incorporó a Darío Brizuela y luego se 'repatrió' a Francis Alonso y Rubén Guerrero. Todos ellos se unieron a Carlos Suárez y Alberto Díaz, que se habían quedado solos en el Unicaja. Es evidente que la necesidad de contar con cupos de formación también estaba detrás de algunos de estos movimientos, pero la realidad es que el Unicaja andaba ya sobrado en este sentido para cumplir con la normativa. En el grupo de nacionales también habrá que incluir a Pablo Sánchez, que estará en la dinámica del primer equipo después de su cesión de la pasada temporada en el C.B. Marbella.

El éxito más reciente del Unicaja, la final de la Copa de Málaga en 2020, coincidió con el mejor momento de juego de este bloque nacional. El equipo malagueño acaparó elogios en aquel momento. Luego llegó la pandemia y la falta de lucidez para dar solidez a aquella plantilla en verano. La llegada de Barreiro, un todoterreno del baloncesto, parece un movimiento acertado y que va a convertir al Unicaja en el club con más representación en las próximas convocatorias de España.

En los encuentros de las ventanas clasificatorios para el Europeo, Sergio Scariolo tiró de ese bloque de cajistas llamando a Díaz, Brizuela, Alonso, Guerrero y Jaime Fernández, una vez que este último estuvo recuperado de su lesión en los talones. Hay que recordar que Suárez descartó ya hace años jugar con la selección. Ahora Barreiro aumenta la nómina de seleccionables.

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Hace más de 25 años que el Unicaja no tenía a tantos jugadores españoles y con un rol protagonista en su plantilla. Quizá el ejemplo más válido es precisamente la del año posterior al subcampeonato de Liga la 1995-96 cuando juntó a Gaby Ruiz, Nacho Rodríguez Curro Ávalos, Alfonso Reyes, Dani Romero, Ernesto Serrano y Richi Guillén.

Tres años antes, en la 1993-1995 coincidieron en el equipo Jesús Lázaro, Manel Bosch, Manolo Bazán, Gaby Ruiz, Curro Ávalos, Alfonso Reyes, Dani Romero, Nacho Rodríguez y Antonio Campos. Como es lógico, la presencia de tanto nacional se debía a las limitaciones tanto para extracomunitarios como para comunitarios y porque la economía del club obligaba a apostar por los jugadores de la cantera, como era aquel caso.