El Unicaja borda el baloncesto y se lleva por delante al UCAM Murcia (96-71)

Si vieron el partido de semifinal de la Champions entre el Unicaja y el UCAM Murcia, el primer cuarto fue casi un calco al que se jugó en Belgrado. El choque comenzó con un intercambio de canastas rapidísimo, con el equipo murciano mostrando un gran acierto, pero sin controlar el rebote. En cuanto no pudo responder a cada golpe rápido que le asestaba el Unicaja, los de Ibon Navarro empezaron a distanciarse. A día de hoy es muy complicado aguantar el ritmo que impone el equipo cajista desde el salto inicial y el problema para el rival de turno es que casi no tiene fisuras en su juego. Del empate a 14 se pasó al 25-18 con el Unicaja dominando los rebotes y logrando dos triples más que su rival, que estuvo negado con un 0/5.

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Los primeros minutos del segundo cuarto fueron espectaculares. El Unicaja elevó el ritmo de su defensa y robaba un balón tras otro, pero es que además mantenía un gran nivel de acierto. Era incontrolable y estaba en modo rodillo sin que el UCAM fuese capaz de contenerlo. En sólo tres minutos pasó de ganar 25-21 a hacerlo 37-23. Carter y Will Thomas desmontaron por completo al rival. Sito Alonso tuvo que parar el partido para reorganizar a los suyos. El Murcia es un buen equipo, bien construido y estructurado, pero echa en falta algo más de acierto exterior, por eso cuando mete de tres, su potencial se dispara. Fue lo que pasó. Dos canastas de tres de Caupain y Radovic frenaron al Unicaja. La consigna del rival era ahora clara, evitar de cualquier forma que el equipo malagueño corriese. Fueron minutos de dudas en los que Barreiro hizo un gran trabajo forzando faltas y manteniendo a su equipo. Superado el bache, el Unicaja retomó el mando y el ritmo del encuentro para llegar al descanso ganando 47-36.

Tras el descanso hubo un claro protagonista: Tyson Carter. El menudo escolta firmó unos minutos para guardar y enseñar a los que empiezan a este deporte, tanto por la velocidad con la ejecutó cada acción, como por la plasticidad con la que las hizo. Cinco puntos suyos y dos asistencias para Ejim y Kravish fracturaron el partido (58-42). Ibon Navarro elevó la apuesta y entraron en la pista Taylor, Djedovic y Osetkowski. Este nuevo impulso de energía fue demasiado para un Murcia desbordado y que no sabía por dónde le venían los golpes.

Las acciones de campo a campo culminadas en canasta sin que el balón botara se sucedieron. A los jugadores visitantes no les daba tiempo hacer el balance defensivo, estaban en medio campo cuando el Unicaja ya había anotado. Posiblemente fueron los mejores minutos defensivos en muchos meses y el resultado fue un parcial de 31-15 que puso en pie al Carpena y dejó el choque sentenciado con diez minutos todavía por jugarse (78-51).

El último cuarto fue un añadido, que se dice pronto, cuando delante estaba el tercer clasificado de la Champions y cuarto de la Liga ACB. La ventaja bordeó los treinta puntos y al final el conjunto murciano la maquilló algo. Aguantó como pudo lo que le caía encima...