Milosavljevic y el Unicaja, cara a cara justo un año después

El Unicaja fichó a Milosavljevic como una de las grandes apuestas para jugar la Euroliga en la temporada 2017-2018. El jugador llegaba del Alba Berlín en el que firmó buenas campañas, pero su encaje en aquel equipo que dirigía Joan Plaza fue complejo porque compartía puesto con otros dos jugadores: Dani Díez y Waczynski. El catalán lo vio como un especialista defensivo, que lo es, pero no contaba en exceso con el internacional serbio, de hecho fue el que más veces fue descartado en aquel sistema de rotaciones que ideó el técnico para hacer frente al exigente calendario de la Euroliga. Sea como fuere, 'Gagi' no encontró su sitio en el equipo. La llegada de Luis Casimiro cambio su rol en el Unicaja y acabó la temporada 2018-2019 siendo de largo el mejor jugador de la plantilla. Pese a tener ofertas importantes, Milosavljevic renovó en Málaga y enfocaba el Mundial de China con Serbia con mucha seguridad. Pero, la mala suerte le aguardaba. El 16 de agosto se rompió el ligamento cruzado en un amistoso en Atenas entre Serbia y Turquía.

Aquello le cambio la vida y abrió una etapa compleja. Tras la intervención en Suiza, el jugador comenzó la recuperación en Belgrado con especialistas vinculados al Partizán. En una de sus primeras visitas a Málaga se le detectó un problema en el menisco y volvió a ser intervenido, aquello ralentizó su recuperación. A comienzos de 2020 volvió a Málaga para enfilar la fase clave de la rehabilitación. Pero llegó la pandemia y el serbio pasó el confinamiento en Málaga sólo, sin su familia. Sin el tratamiento adecuado, el proceso de esa rodilla tan afectada no fue el adecuado y, cuando estaba cerca de volver a entrenar con normalidad, otro problema en el menisco de la otra rodilla y una nueva intervención.

Por si fuera poco, el club atravesaba una situación económica muy compleja y se buscaban recursos económicos de donde fuese. Una de las opciones fue llegar a un acuerdo con Milosavljevic para la rescisión de su contrato y ganar liquidez para fichar a un pívot. Lo que el alero perdonó del sueldo que le quedaba hasta el final de la temporada permitió el fichaje de un pívot: Malcolm Thomas.

La vida fuera del Unicaja empezó para el jugador serbio, que se recuperó en Belgrado. A finales de abril de 2021 y después de 20 meses sin competir, Milosavljevic volvió a las canchas en el Mega Basket, el equipo de su agente, Misko Raznatovic. Allí demostró que estaba totalmente recuperado y en verano firmó por el Frutti Extra Bursaspor, con el que rescindió contra el diciembre para recalar en el Fuenlabrada.

En el equipo madrileño, el balcánico está volviendo a disfrutar del baloncesto y se ha convertido en una pieza clave para el técnico Josep María Raventós. Está jugando 29 minutos por partido, en los que promedia 10 puntos, 2 rebotes y 2 asistencias con un 41% en tiros de tres. Pero más allá de los números, Milosavljevic aporta consistencia defensiva y conocimiento del baloncesto, las razones por la que hace cinco años lo fichó el Unicaja. Seguramente un jugador como él tendría ahora un encaje perfecto en el equipo malagueño, al que ahora tendrá como rival...