Así ha sido el Baskonia - Unicaja

Sin embargo, a día de hoy el Unicaja ya no depende de sí mismo y, además, el triunfo este sábado del MoraBanc Andorra en Murcia (76-79) le complica todavía algo más la situación. Con tres partidos por jugar y, aunque pudiera darse el caso de que dos victorias le bastaran (si el Manresa pierde su última cita, el Andorra no gana más y el Gran Canaria pierde al menos un partido), lo normal es que esté obligado a hacer un pleno de triunfos en los ocho próximos días, y ante dos rivales de Euroliga. Casi nada.

La primera final será este mediodía (12.30 horas, en #Vamos, dial 8 de Movistar) en la pista del TD-Systems Baskonia, que tras una intensa temporada anda ahora afanado en asegurarse el factor cancha (que en tiempos de pandemia suena un tanto irrelevante) en la fase por el título ante el Valencia, que será su rival. Tras perder a Vildoza, que se ha ido a la NBA (la tercera 'fuga' del curso, tras las de Campazzo y Deck en el Real Madrid), se ha recompuesto con el fichaje del veterano Quino Colom y del 'combo' Massenat (ex del Andorra), lo que no evita haber perdido algo de potencial.

Dadas las sensaciones del Unicaja recientes, con cuatro derrotas en cinco jornadas, cuesta creer en las opciones del conjunto malagueño, al que Katsikaris reclama denodadamente «consistencia», esa virtud inexistente apenas en el equipo cajista este curso. De un tiempo a esta parte Darío Brizuela es el termómetro del equipo, y no hay más que comprobar que sus buenas actuaciones coinciden con victorias del Unicaja, de igual modo que si no está bien el cuadro malagueño no está siendo capaz de ganar.

Una semana más, con las ausencias de Mekel, Suárez y Nzosa –el único que parece que podría llegar a jugar esta temporada– el equipo parece abocado a una rotación de diez (los 'Pablos' Sánchez y Tamba rellenan la convocatoria las últimas semanas) en un duelo sin colchón. En todo caso, el Unicaja no estaría matemáticamente fuera del objetivo de no acabar la temporada el domingo 23 ni perdiendo.

Tras visitar al Baskonia, al Unicaja le quedará después visitar al Acunsa Guipuzkoa (martes, 21.15 horas), en una cita en la que podría certificar su descenso, en su duelo más accesible, y acabar recibiendo el domingo 23 al Real Madrid (12.30). Y todo sin margen de error, salvo que, como se explicó antes, la mayoría de resultados en otras pistas le vayan favoreciendo, algo improbable ante lo mucho que se juegan sus rivales.

El Baskonia de Henry (9,9 puntos, 5,4 asistencias, 12,9 de valoración: otro que apunta a la NBA) y Polonara (11,3 puntos, 5,5 rebotes, 1,9 asistencias, 13,9 de valoración) es un conjunto muy físico, al estilo de los que dirige Dusko Ivanovic y de los que no se le dan bien a este Unicaja tan mermado esta temporada por dentro. No en vano es el líder de la competición en recuperaciones (9,3 por encuentro). La anotación del lituano Giedraitis (13,4 puntos, 3,3 rebotes, 13,8 de valoración) es otra de sus bazas, más el físico de los interiores Peters (10,2 puntos, 3,9 rebotes) y el nigeriano Jekiri (6,3 puntos, 4,3 rebotes).