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El deporte profesional es imprevisible y con frecuencia ofrece segundas oportunidades. La tiene ahora Ibon Navarro que regresa a Atenas donde hace siete años pudo ... lograr el primer título de su carrera profesional como primer entrenador. El técnico del Unicaja ya no tiene nada que demostrar después de tres años formidables en Málaga en los que lo ha ganado todo salvo la Liga Endesa, que es el gran objetivo de él y sus jugadores para esta temporada.
Sin embargo, el vasco no habrá olvidado aquella semifinal de la Champions que disputó en el OAKA contra el AEK de Atenas que dirigía, como ahora, Dragan Sakota. Para el Murcia, un equipo más modesto, especialmente entonces, que el actual Unicaja, aquella Final Four era una ocasión fantástica para lograr un título que finalmente conquistó el AEK tras vencer al Tenerife. El partido respondió a las expectativas. Fue muy intenso y acabó con polémica después de que los árbitros no sancionasen como falta una última acción sobre Sadiel Rojas que habría permitido al Murcia forzar la prórroga (77-75).
Ese día, el AEK, que tenía un equipazo, estuvo liderado por Kevin Punter, ahora en el Barcelona, y Manny Harris, que lograron 36 de los puntos de su equipo. El Murcia se quitó la espina en la semifinal y venció al MHP Riesen Ludwigsburg por 74-85 para lograr el bronce.
Después de aquella experiencia, Ibon Navarro sabe que el escenario y la presión del público le demandará a su equipo un extra si quiere alcanzar la final del domingo. «Vamos a ir a jugar contra el AEK y 10.000 griegos en la grada. Yo y Alberto Miranda (uno de sus ayudantes) sabemos lo que es eso. Supone un reto y algo que nos obliga a ponernos, porque si últimamente estamos un poco más bajos fuera de casa especialmente en defensa, no podemos ir a esa cita a ver si nos ale bien...», advirtió en unas declaraciones difundidas por el club.
El preparador vasco afronta su cuarta Final Four de la Champions, una con el Murcia y tres con el Unicaja, y advirtió del potencial de un AEK extramotivado. «Va a jugar en casa, muchísimo apoyo desde la grada, con jugadores americanos expertos y muchísima calidad. Tienen un jugador que apunta a ser MVP de la temporada, como es Hunter Hale. Tienen gente como Kuzminskas que tiene experiencia y al que conocemos. Además, lo entrena Sakota, que ya sabe lo que es ganar la Final Four sin ir de favorito. Es un rival durísimo, ya lo habría sido sin que la final se jugase en Atenas, pero ahora más», advirtió.
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