Málaga disfruta del título del Unicaja en la Champions

Málaga y la afición del Unicaja son el claro ejemplo de que ganar no cansa. Es la tercera vez que el cajismo se moviliza en masa para celebrar un éxito en lo que va de temporada. Primero, en septiembre, tras conquistar la Intercontinental en Singapur y la Supercopa en Murcia; después, en febrero, después de ganar la Copa del Rey; y ahora, con motivo de su segunda Champions. Esta vez no hubo rúa de campeones por la ciudad (como sí sucedió tras regresar de Las Palmas de Gran Canaria) y se optó por el modelo de fiesta de septiembre: una recepción institucional, una ofrenda a la patrona en el Santuario de la Victoria y un posterior encuentro con los aficionados en la plaza de la basílica.

El vuelo del equipo, que estaba previsto que llegara al aeropuerto de Málaga alrededor de las 16.35, sufrió un retraso y acabó aterrizando dos horas más tarde. A la afición, no obstante, eso no le importó, que aguantó y esperó en la terminal de llegadas para recibir a los campeones de la Champions, que defendieron con éxito su corona en el infierno griego. El Sunel Arena de Atenas, eliminando primero al anfitrión, el AEK, y después a un combativo Galatasaray en la final.

El retraso en el vuelo obligó a que la parada en el aeropuerto fuera más breve, pues tenían previsto acudir justo después al Centro Cultural Fundación Unicaja, donde les esperarían las instituciones, en un encuentro privado, sin aficionados ni periodistas. Muchos de los cajistas presentes en el aeropuerto fueron directos a la Plaza del Santuario para vivir la fiesta completa.

El Centro Cultural Fundación Unicaja de Málaga acogió, por la tarde, una recepción institucional a los campeones. En ella participaron el presidente de la Fundación Unicaja, José Manuel Domínguez; el CEO de Unicaja, Isidro Rubiales; el consejero de Turismo y Andalucía Global de la Junta de Andalucía, Arturo Bernal; el director general de la Fundación Unicaja, Sergio Corral, y el presidente del club, Antonio Jesús López Nieto.

Acto seguido, el característico autobús verde del club llegó al Santuario por la calle Compás de la Victoria ante la euforia de varios centenares de fieles de todas las edades. Perry, que hace tiempo que es un ídolo en Málaga, portó en sus brazos el ramo de flores que después fue ofrecido a la Virgen de la Victoria. Subieron hasta su camarín los dos grandes referentes espirituales de este equipo: el capitán y malagueño Alberto Díaz y Kendrick Perry, que será el extranjero con más partidos en la historia del club si cumple el contrato que extendió esta misma temporada, que expirará en 2027. El breve acto que tuvo lugar en el interior de la basílica estuvo presidido por el párroco del templo, Alejandro Escobar.

El plato fuerte de la jornada llegó cuando la plantilla y todo el cuerpo técnico se subieron al escenario que había colocado a los pies de la plaza. Los protagonistas fueron cogiendo el micrófono uno a uno para saludar a la afición y dar las gracias. A los que pudieron viajar a Atenas y a los que los apoyaron desde casa y desde Los Guindos. Entre todos, algunos en inglés y otros en castellano, se conjuraron junto a los aficionados por un objetivo: el único título que falta por conquistar en esta 'era Ibon Navarro', la Liga ACB.

En un ejercicio de carpe diem, el entrenador mandó un mensaje a los aficionados: «Disfrutad de esto como si fuera la última vez que lo vivamos. Nunca sabemos cuando será la última», arengó a la vez que esas cientos de personas aplaudían al gran artífice de este glorioso ciclo. Carter, el MVP de la Copa, fue claro y breve: «Vamos a por la Liga». Ahora, turno para descansar y trabajar para sacar adelante el próximo partido, ante el UCAM Murcia en el Carpena, ya en la antesala de los 'play-off'. Tres jornadas restan para entrar en la zona donde se cuecen las habas.

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