Juan Marín: «Vamos a impulsar la Costa del Sol con eventos a nivel mundial que la coloquen en primera línea»

–Pasados cuarenta días al frente del turismo de Andalucía, ¿se ha podido ya hacer a la complicada tarea de ponerse en la piel del turista para adaptar el destino a las nuevas exigencias, de colocarse la toga para hacer frente a los problemas de juzgados, de la violencia de género o de la inmigración ilegal, además de avanzar en la regeneración y modernización de la administración local?

–Pues aunque parezca mentira, sí. La verdad es que soy una persona acostumbrada a los retos complicados y, en este caso, he intentado hacer mi trabajo como sólo sé hacerlo, con muchas horas y dedicándole mucho tiempo. No hay otra forma. Aunque sí que reconozco que ha sido un poco complicado.

–De verdad no cree que el turismo, que supone el 13% del PIB de Andalucía y que genera más de 21.100 millones de euros, queda diluido en una macroconsejería con competencias tan dispares e inconexas con la de tiempo que precisa para estar presente en mercados internacionales y en distintos puntos de la geografía española?

–Creo que no se le ha dado el justo valor que hemos pretendido darle al turismo cuando en el orden de prelación del Gobierno es la primera consejería y eso nunca había ocurrido. Si se coge el Decreto de Competencias, la primera es la de Turismo, es decir, es en el ranking de prelación del Ejecutivo andaluz la que lo lidera. Con independencia de ello, es cierto que la reestructuración que ha llevado a cabo este Gobierno para iniciar la legislatura pues hay algunas áreas que probablemente en el futuro cercano o mediano, no sé el tiempo, pueda surgir cualquier remodelación porque a medida que vayamos avanzando vamos a ir viendo como está estructurada la dimensión de la Junta. Ahora, una vez que empecemos a andar, habrá que ver las dificultades y podamos hacer algún tipo de cambios. Pero es importante que en vicepresidencia esté Turismo, que genera empleo, regeneración democrática, que aporta confianza de los ciudadanos en las instituciones, y administración local, porque no se puede olvidar que quienes prestan los servicios son los ayuntamientos. Desde esta perspectiva ya se ve de forma diferente.

–Entonces cabe todavía la esperanza de que Turismo pueda en esa reestructuración ganar protagonismo...

–No lo sé. Yo no la quitaría de dónde está. Quizá haya que cambiar cosas en otras áreas, pero Turismo siendo la primera en orden de prelación yo lo veo importantísimo. Un cambio grande que fue en este gobierno la separación de Justicia de Interior, quizá veo más sensato llevar ese tipo de modificaciones de cara a futuro que no quitar Turismo de la vicepresidencia.

–Ya, pero insisto en que el sector pedía una consejería propia o compartida a la sumo complementos como cultura, deporte o innovación. También reclamaba que la Costa tuviera el protagonismo acorde a su peso en esta industria y por ahora ni lo uno ni lo otro. ¿No le parece extraño que no hay ningún malagueño en la Consejería?

–Imagino que el turismo lo que quiere son personas cualificadas no que hayan nacido en una provincia o en otra. No he seleccionado a nadie por una cuestión de nacimiento, pero además la empresa pública de Turismo sigue estando en Málaga y he dado orden al secretario general para que, al menos, dos días esté aquí, algo que hasta ahora tampoco se había producido. Para el próximo día 11 ó 12, probablemente, tengamos el nuevo consejo de administración de Turismo Andaluz donde nombraremos a un director gerente, que sí será de Málaga. Insisto en que sí se le está dando a la Costa el reconocimiento que merece por su aportación tan importante a la industria turística de Andalucía. No debe ello depender de donde se nazca, sino del trabajo que cada uno sea capaz de realizar.

–Avanza que se va a nombrar un director gerente en Turismo Andaluz. ¿Y el consejero delegado de esta empresa?

–No vamos a nombrar ningún consejero delegado. Creemos que con un director gerente, como técnico, es suficiente. No hacen falta más cargos políticos.

–Empresarios temen que esta decisión puede suponer también una pérdida de fuerza de Turismo Andaluz.

–Pues todo lo contrario a las instrucciones que yo he dado. Reitero que el secretario general va a trabajar dos días a la semana aquí en Málaga.

–La Costa supone el 37% de las estancias de la región, acapara casi el 60% de las viviendas turísticas, y concentra más de la mitad de la oferta de alojamiento. ¿No se ha planteado trasladar la Consejería a Málaga?

–Nosotros no hemos adquirido ningún compromiso en este sentido. También Almería reclama que allí esté Agricultura, pero el Gobierno no se puede disgregar. No es operativo en una Comunidad tan enorme. Tener en Málaga la empresa pública de Turismo ya es un reconocimiento muy importante hacia el papel de esta provincia.

–Entrando en materia. Urge la aprobación del Plan de Acción 2019, la hoja de ruta de la promoción del destino en un año en el que además se tambalean los cimientos del sector: el mercado británico, el alemán y el español.

–En Fitur me comprometí a agilizarlo al máximo y ya entregamos el borrador a las distintas fuerzas del sector. Hemos recibido algunas aportaciones para modificar el plan, que van en la línea de mejorar la precariedad en el empleo o la estacionalidad, que las hemos incorporado al proyecto. Tras el consejo de administración, convocaremos a la Mesa del Turismo para aprobar definitivamente este proyecto que nos permita avanzar en la promoción. El anterior Gobierno decidió no aprobar esta hoja de ruta, respeto el criterio, pero probablemente hubiera sido más operativo y, por ejemplo, en la ITB de Berlín podríamos estar con mucha más presencia y mayor visibilidad. Espero que se apruebe el Plan de Acción la próxima semana.

–El sector considera que hay que dar un giro en la promoción de Andalucía. ¿Qué novedades contempla el Plan de Acción?

–No puedo avanzar detalles por respeto a que no se ha aprobado, pero sí se recogen estrategias que van en la línea de sacar más partido a las nuevas tecnologías y hacer uso de los datos en la promoción. Así como en redes sociales. Creo que va a ser un gran paso la tarjeta turística cultural, que con una aplicación te puedas mover por cualquier punto de Andalucía y solicitar entradas, aconsejar alojamientos o lugares de interés.

–¿Cómo pretende abordar el reto de la transformación digital y qué proyectos baraja para el centro de referencia que es Andalucía Lab?

–Vamos a hacer una apuesta por la innovación y la investigación. Creo que a Andalucía Lab no se le ha dado, fuera de Málaga, la relevancia y el potencial de este centro. Contamos con personal experto en darle valor añadido al turismo desde las nuevas tecnologías y creo que hay que hacer una apuesta por la administración digital y por innovar sobre nuevos productos en base a la información y su gestión para saber cuáles son los que demandan los clientes. La información permitirá ponerlos en marcha nuevos. Hoy hay que ir a lo que nos manda el mercado y no a lo que nosotros creemos que puede funcionar.

–¿Qué avances hay en normativas pendientes como las del decreto de calificación hotelera o el de cinco estrellas y gran lujo?

–Tendremos una reunión con el sector, que nos la ha pedido, e intentaremos llegar a un acuerdo y consensuarlo.

–Ante el auge del alquiler vacacional, cuando se alcanzan ya 30.000 viviendas en la Costa y más de la mitad en manos de extranjeros, lo que dista del origen vinculado a la economía colaborativa, ¿cree que es el momento de actualizar el decreto de viviendas turísticas en línea a establecer más garantías para el consumidor?

–Creo que sí que hay que actualizarlo. Estamos en un momento en que el mercado va a un ritmo y no podemos pararnos. Soy partidario de una regulación nacional porque creo que no se puede mantener un criterio en Málaga y otro diferente en Valencia o Barcelona porque hacemos un flaco favor al que nos visita y al que gestiona. Las viviendas turísticas, cumpliendo con todos los requisitos de fiscalidad y de calidad y garantías, no es que sean compatibles con los hoteles es que son necesarias. Han venido a sumar y lo que tenemos que hacer, de la mano de los ayuntamientos, es colaborar para evitar que supongan problemas en las comunidades de vecinos. En Málaga y en la Costa sí que existe la cultura de que la industria turística es una fuente de riqueza, y eso no ocurre en todos los sitios. Ello es fundamental, porque no hablo solo a nivel de instituciones sino de los ciudadanos. El otro día en Nerja me quedé asombrado al ver a un pescador que tras arreglar sus redes recogió todo y pasó el rastrillo para dejar la zona tal y como estaba de bien el resto de la playa. Eso forma parte de esa educación y concienciación de que el turismo crea riqueza y empleo.

–Precisamente esa cultura es importante a la hora de abordar otra de las grandes preocupaciones, que es evitar la turistificación. ¿Qué medidas contempla para evitar la saturación de ciudades y destinos?

–Hay problemas en algunos puntos concretos de todo el Mediterráneo. En Andalucía tenemos que revisar el Plan de Turismo Sostenible 2020 para ir de la mano con el Gobierno central en la iniciativa emprendida con vistas al 2030 para no masificar de forma excesiva.

–Hasta ahora siempre se ha descartado la creación de un impuesto al turista, como en otras regiones, ciudades o países. ¿Se mantiene en esta tesis?

–Lo que hay que hacer es invertir los recursos de los que disponemos actualmente. El anterior Gobierno dejó sin invertir casi 18 millones. Una cifra muy importante de la liquidación de 2018, con independencia de los fondos europeos. Si tuviéramos un problema de financiación quizá, pero ahora mismo está descartada. En los presupuestos de 2019 sin subir la partida de Turismo, gestionando los recursos, subiríamos un 20% el presupuesto. ¿Por qué se deja ese dinero sin ejecutar?

–¿Qué piensa hacer para que la Costa no siga perdiendo cuota de negocio en Andalucía, como en los últimos cuatro años, siendo ejercicios históricos y el pulmón del turismo de la región?

–En la Costa hay una calidad total. Lo que vamos a hacer es impulsar eventos a nivel mundial que pongan a la provincia de Málaga en primerísima línea. De hecho nos vamos a reunir en unos días con la Solhaim Cup, la Ryder Cup femenina, para traer este tipo de proyectos a la Costa. Tenemos que darle a este destino esa dimensión, porque lo demás ya lo ofrece. Tenemos también que ampliar mercados, como el asiático. Tenemos que mejorar la conectividad y hacerlo desde el aeropuerto de Málaga. También hay que estar muy pendientes de actuar ante el 'Bréxit' y hacerlo todos juntos: administraciones y empresarios. El competidor de Málaga no es Granada o Sevilla, es Egipto o Turquía.

–Ya que menciona Granada, el reparto de las entradas de La Alhambra se ha convertido en el gran problema para las agencias de viajes de toda la región. La Costa del Sol ha perdido grupos y congresos por no poder garantizar la visita a este monumento. ¿Qué va a hacer para acabar con este conflicto?

–Me consta y sé que la consejera de Cultura, Patricia del Pozo, de la que depende este asunto, ya está en ello.