Solbyte, la 'antistartup' que cumple 15 años de crecimiento sostenido en el sector 'tech'

Si Ferrer hubiera querido pegar un pelotazo, habría tomado decisiones diferentes a las que ha tomado en estos últimos quince años. Podría haber vendido su aplicación en cuanto llegó la primera oferta jugosa o haber buscado un crecimiento explosivo. Pero él no quería una 'startup'; quería una empresa. Por eso apostó por crecer, sí, pero de forma orgánica y sostenida. Y por eso diversificó con otros negocios para no tener todos los huevos en la cesta de Novatrans –así se llama su software de gestión de flotas-.

Actualmente la división de transporte está a punto de alcanzar los mil clientes (y representa el 40% de la facturación de Grupo Solbyte: 1,3 millones de euros. El otro 60% se reparte entre Solbyte, la matriz, que funciona como una consultora de servicios informáticos, tales como desarrollo de software, aplicaciones y páginas web (980.000 euros facturados en 2023); y La Biznaga Digital, una agencia de marketing online (920.000 euros) que acaba de recibir el premio de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Málaga.

Armada con estas tres divisiones, Grupo Solbyte facturó 3,2 millones de euros el año pasado, una cifra récord que supone un crecimiento interanual del 25%. Para este año la previsión es de encadenar otro aumento del 25%. De Solbyte como La Biznaga Digital se espera que sigan creciendo de manera sostenida, sumando clientes, mientras que Novatrans afronta un hito importante: el de la internacionalización. «Estamos apostando firmemente por adentrarnos en el mercado latinoamericano, donde actualmente ya tenemos una decena de clientes sin haber hecho esfuerzo comercial; nos han buscado ellos a nosotros», explica Ferrer. México, Perú y Colombia son los países elegidos para acometer este salto internacional.

En su decimoquinto aniversario, Grupo Solbyte ha alcanzado 60 personas en plantilla. Tiene previsión de seguir creciendo conforme a la evolución del negocio, entre un 15% y un 25% al año. «Hace dos años decidimos comprar un espacio propio para establecer nuestra oficina. Por entonces éramos 35. ¡Y empieza a quedarse pequeña!», expresa José Ferrer.

Ampliar

El fundador confiesa que su apuesta por la sostenibilidad del negocio le hizo virar el timón en 2016, cuando Solbyte empezó a asumir grandes proyectos de desarrollo de software para multinacionales. «Me di cuenta de que no estábamos preparados para eso. Adaptarnos a ese modelo de negocio de las grandes consultoras nos exigía una serie de inversiones y cambios que no cuadraban con lo que yo quería que fuera mi empresa. Prefiero tener muchos clientes y proyectos más pequeños y manejables», afirma. Esta decisión así contada parece fácil, pero fue fruto de una «cprofunda crisis personal y empresarial» que ahora, vista desde la distancia, Ferrer cree que le hizo «crecer muchísimo como empresario».

Tras aquel cambio de rumbo vino la creación de La Biznaga Digital. «Decidimos empezar a ofrecer a clientes externos todo el conocimiento y experiencia en marketing 'online' que habíamos acumulado dentro de la empresa», afirma Ferrer, que incide en que fue precisamente gracias a herramientas de posicionamiento y publicidad online como empezó a traccionar Novatrans. En estos ocho años, la agencia atesora 180 clientes, entre los que figuran algunas de las mayores empresas de Málaga: Bilba, Higuerón, Mayoral, Copyrap, Payresa, San Telmo, Ópticas Barbarela, Copyrap… «Somos la agencia más grande de Málaga en términos de equipo, con 25 profesionales», remarca.

Dentro de su apuesta por diversificar y captar nuevos clientes, el Kit Digital ha sido una oportunidad de oro para el Grupo Solbyte, que ha desarrollado un millar de proyectos acogidos a estas subvenciones, que cubren a fondo perdido y al 100% proyectos de transformación digital de pymes y autónomos. «Ha sido una medida muy criticada, pero yo creo que ha ayudado a muchas empresas y profesionales a dar un salto cualitativo», explica. Eso sí, advierte, ser proveedor del Kit Digital exige un músculo financiero que no todas las empresas pueden asumir, ya que «el servicio se presta pero el cliente no paga nada más que el IVA; hay que presentar toda la documentación y, a los 9 ó 12 meses, el Gobierno nos paga la subvención si está todo correcto», explica Ferrer.