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El proyecto para levantar en Málaga un centro puntero en investigación y fabricación de microchips ha recibido este viernes un impulso decisivo con la firma de la cesión, por parte de la Junta de Andalucía hacia el Gobierno de España, de los terrenos del PTA (51.229 metros cuadrados) donde se construirá la infraestructura de IMEC, empresa belga que es líder mundial en investigación y desarrollo de semiconductores, y que ha elegido a Málaga para abrir su primer laboratorio fuera de su sede de Lovaina. También se han conocido por fin dos datos fundamentales de esta iniciativa «clave para la soberanía tecnológica de Europa», según la ha calificado el ministro de Transformación Digital, Óscar López: su coste total, que será de 615 millones de euros (500 de ellos aportados por el Gobierno central), y la fecha prevista de apertura, que es 2030.
La firma de dicha cesión de terrenos y de otros acuerdos vinculados al proyecto se ha realizado en un acto institucional celebrado en un edificio de oficinas, propiedad de Málaga TechPark, que está justo al lado de los terrenos donde se construirá la sede de IMEC España. Prueba de la importancia de lo que ha ocurrido este viernes allí era la presencia del presidente de la Junta, Juanma Moreno; dos ministros -el citado Óscar López y la vicepresidenta María Jesús Montero, que está hoy en Málaga por un acto de partido y se ha sumado a última hora a la convocatoria-; un secretario de Estado; dos consejeras (Carolina España y Rocío Blanco); el alcalde Francisco de la Torre; el vicepresidente de IMEC, Jo de Boeck; el rector de la UMA, Teo López; y más de un centenar de representantes de otras instituciones públicas y privadas. No se recuerda recientemente un acto con semejante concentración de autoridades en Málaga.
La ocasión lo merecía. Después de dos años de trabajo soterrado, información suministrada a cuentagotas y no pocas dudas, IMEC ya tiene un terreno, un presupuesto, un memorando de entendimiento y un calendario definido.
Inversión total 615 millones de euros, de los que 236 millones serán para las obras de construcción
Parcela 51.229 metros cuadrados
Superficie construida Unos 32.000 metros cuadrados
Sala blanca El corazón del laboratorio de microchips contará con 2.000 metros cuadrados
Empleo En una primera fase, 250 empleos directos
Plazos El objetivo es tener operativa la primera fase de este centro de fabricación e I+D en 2030. En 2026 se pretende licitar las obras.
Hoy, junto al acuerdo para la cesión del solar entre la Junta y la Sociedad Española de Transformación Tecnológica (SETT), se han firmado otros dos documentos: los Ministerios para la Transformación Digital y de la Función Pública, y de Ciencia, Innovación y Universidades han firmado con la Junta y el Ayuntamiento una modificación del acuerdo general firmado en julio de 2024 para impulsar el proyecto, actualizando los anteriores compromisos; y el Gobierno de España e IMEC han firmado un memorando de entendimiento que marca condiciones a ambas partes para cumplir con el objetivo del proyecto.
El titular lo daba antes del acto institucional María Jesús Montero, sumada a última hora a la convocatoria, en un 'canutazo' (así se denomina en la jerga periodística la declaración improvisada o informal ante los profesionales de los medios) organizado minutos antes de la convocatoria oficial. «Son 615 millones de euros de inversión, es decir, una cantidad nada baladí, de los que 500 millones aporta el Gobierno de España», anunciaba. «El Ayuntamiento de Málaga y la Junta de Andalucía ponen a disposición el terreno para posibilitar levantar este edificio, que esperemos pueda estar disponible ya a partir del 2030», añadía.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció ya hace tres meses que se habían comprometido los primeros 105 millones de euros (de esos 500) para materializar este proyecto, y que están destinados a costear la «labor de asesoramiento» del IMEC. El ministro Óscar López daba detalles de las siguientes partidas que se destinarán a avanzar en la hoja de ruta: «El Gobierno de España ha comprometido otros 9 millones para el desarrollo de todos los proyectos técnicos previos a la construcción del edificio. Y hay reservados 227 millones de euros adicionales para la construcción de las instalaciones». El objetivo, ha añadido, es poder licitar las obras en 2026.
La Junta, además de aportar la mayor parte de los terrenos (que tienen un valor de 10 millones de euros), sufragará la mayor parte de la inversión en equipamiento (que asciende a 120 millones) y, una vez con el IMEC en funcionamiento, sufragará un tercio de los gastos de funcionamiento, según ha detallado la consejera de Economía, Carolina España. El Ayuntamiento, por su parte, ha aportado una parcela de 4.565 metros cuadrados para completar la pastilla de suelo que ocupará IMEC, y se compromete a agilizar la tramitación urbanística del proyecto.
Con este proyecto, «Málaga se convierte en la capital tecnológica del sur de Europa», situándose «en la vanguardia de la capacidad de innovación y producción» de semiconductores, claves en la fabricación de chips, ha destacado la vicepresidenta primera del Gobierno, que ha afirmado que hoy se da «un paso de gigante para conquistar el futuro» desde Málaga TechPark, convirtiéndolo en un «polo para la atracción de empresas tecnológicas y la creación de empleo». Este centro de fabricación e I+D generará 250 empleos en su primera fase, pero serán muchos más los puestos de trabajo indirectos que surjan por lo que podría denominarse 'efecto IMEC': ya hay empresas proveedoras o clientes de la empresa belga interesadas en instalarse en Málaga TechPark y el proyecto que impulsan las tres administraciones junto al instituto de Lovaina prevé el impulso de todo un ecosistema de startups y proyectos de investigación conjuntos con la Universidad.
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«Seguramente no visualicen la importancia que tiene este proyecto que impulsamos. Créanme que este proyecto es diferente; tiene una importancia trascendental. Es seguramente el proyecto más importante que hay en Europa para posicionar a Europa donde quiere estar: para reforzar su soberanía estratégica y reducir su dependencia exterior en un área que es cada vez más sensible e importante, la de la microelectrónica», ha argumentado el ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública.
El ministro se ha referido a este proyecto como «un paso más» en la apuesta del Gobierno de España por «una revolución digital que combine la competitividad con la cohesión social y territorial; una revolución basada en la colaboración público-privada».
El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha afirmado: «Damos un paso estratégico, decisivo, tras los muchos que hemos dado, hacia la consecución de un proyecto que es tremendamente ilusionante para Málaga y el conjunto de Andalucía, España y Europa. La puesta en marcha en terrenos de la Junta de un gran centro de innovación de IMEC es un gran referente. Una empresa belga que es líder mundial en la I+D de semiconductores y que, para la apertura de su segundo centro podría escoger cualquier lugar del mundo, pero ha elegido venir a Andalucía. Y la elección no es casual sino resultado de una ambiciosa apuesta que hemos hecho por posicionar a Andalucía como el gran sur tecnológico e innovador de Europa».
«Este proyecto representa un momento decisivo para IMEC. Por primera vez en nuestra historia, a través de IMEC España operaremos una gran instalación fuera de Bélgica. Este paso subraya nuestro compromiso con el avance de la innovación en Europa, fomentando una colaboración que trasciende fronteras», ha subrayado por su parte Jo de Boeck. «Trabajaremos con tecnología de vanguardia y estándares industriales, crearemos nuevos materiales y componentes innovadores; desarrollaremos sistemas avanzados. Esta instalación atraerá a grandes talentos de la universidad y la industria. Nuestro objetivo es facilitar la transición del laboratorio a la fábrica, con el foco puesto en sectores como automoción, salud y defensa». Málaga, ha añadido, es «una ciudad con talento y liderazgo que reforzará su papel como centro estratégico. Queremos que el impacto llegue a toda la región y el país, mejorando la productividad y formando a la próxima generación de talento tecnológico», ha concluido el ejecutivo de IMEC.
Por su parte, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, ha destacado la «gran oportunidad» que representa la llegada de IMEC para la ciudad, no sólo para su tejido productivo sino para su universidad. Un proyecto que va a hacerse realidad gracias a la «colaboración» entre administraciones, según ha recordado, destacando la contribución municipal al proyecto: además de la parcela que ha cedido y del compromiso de agilizar los trámites, el Consistorio va a crear una incubadora dedicada a proyectos de microelectrónica para ayudar «a que se vaya creando un ecosistema complementario al que se existe en Lovaina».
El regidor no ha perdido la ocasión de lanzarle un guante a los ministros que han acudido al acto a cuenta del Auditorio, a cuya financiación viene negándose el Ministerio de Cultura. «Tenemos que seguir esta línea de colaboración también en otros proyectos, como es en el tema cultural. Estamos seguros de que lo conseguiremos. Tecnología y cultura son las dos fortalezas de Málaga. ¿Cómo no vamos a ofrecer buenas óperas y conciertos a los que vengan a trabajar al IMEC?», ha argumentando, medio en broma medio en serio.
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