Recibe el alta la mujer atacada «brutalmente» con un pico en el asalto a una vivienda rural en Alcaucín
Ana, de 57 años, abandona el Hospital Regional, donde permanece ingresado en la UCI su marido, José Carlos, de 56, en estado crítico tras ser golpeados por un joven de 21 años de origen magrebí, que ha ingresado en la cárcel
Tras 15 días ingresada en el Hospital Regional de Málaga, donde tuvo que ser operada de urgencia por las graves lesiones en la cabeza, este ... pasado jueves recibió el alta Ana, la vecina de la aldea de Espino, en Alcaucín, de 57 años, que fue atacada «brutalmente» junto a su marido, José Carlos, de 56 años, y a su hija, Ana, de 30, presuntamente por un joven de origen magrebí, de 21 años, el pasado día 2 de julio, en el asalto a su vivienda rural con un pico.
La mujer ha permanecido ingresada en el centro hospitalario de la capital malagueña, a donde fue trasladada desde el Hospital Comarcal de la Axarquía, a donde llegó en una ambulancia tras el «brutal» ataca que se perpetró con un pico que la familia tenía en la finca. Días después fue operada con éxito de las graves lesiones que presentaba en el cráneo y se ha recuperado.
El arma con la que se perpetró el "brutal" ataque fue localizada en una batida vecinal, conjuntamente con la Guardia Civil, que tuvo lugar el pasado sábado en este núcleo diseminado situado al norte del término municipal alcaucimeño, muy próximo al Boquete de Zafarraya, en la vecina provincial de Granada.
La familia está esperanzada en que la Virgen de la Milagrosa «haga un milagro y José Carlos pueda salir»
Por su parte, José Carlos continúa ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del centro hospitalario malagueño, a donde llegó en un helicóptero sanitario, debido a la gravedad de las heridas que presentaba en la cabeza tras el «brutal» ataque con el pico. Desde entonces está en coma inducido, en estado crítico. La familia está esperanzada en que la Virgen de la Milagrosa, patrona de la aldea de Espino y cuya onomástica se conmemora el próximo 15 de agosto, «haga un milagro y José Carlos pueda salir adelante».
El hombre tiene graves lesiones en la parte posterior del cráneo. Además, apenas dos días antes había sido operado de cataratas en uno de sus ojos. Los familiares aseguran que el joven, detenido a los pocos minutos en las inmediaciones de donde ocurrieron los hechos, y que fue encarcelado provisionalmente el pasado 4 de julio, por orden del juzgado de Vélez-Málaga, los atacó «brutalmente, con la intención de matarlos, para robarles sus pertenencias».
«Sin mediar palabra»
El supuesto autor del ataque empleó un pico que había en la finca, golpeando a los dos vecinos, primero a él y luego a ella, en la cabeza. El varón fue el primero que salió de su casa a ver qué ocurría con este hombre que se había adentrado en su propiedad, que está vallada y tiene varias puertas, y tras verlo, el individuo presuntamente lo agredió «brutalmente» con el pico que llevaba en sus manos, «sin mediar palabra».
Al oír los gritos, fue su mujer la que salió de la vivienda en su auxilio, siendo también agredida presuntamente con el mismo pico. Fue la hija del matrimonio, de 30 años, que consiguió huir y refugiarse en la vivienda, la que llamó a las emergencias al ver la terrible escena. Hasta el lugar se desplazaron efectivos de la Guardia Civil y sanitarios del 061.
«Aquí todos nos conocemos y somos casi familia, una cosa así de brutal jamás nos la podíamos ni imaginar»
El terrible suceso mantiene conmocionada a la población de Alcaucín, de apenas 2.700 habitantes empadronados y que cuenta con media docena de núcleos rurales diseminados. Espino es el más pequeño de todos, con apenas una veintena de viviendas. La alcaldesa alcaucineña, Ágata González (PSOE), acudió a la aldea de Espino y ha trasladado «todo su apoyo» a la familia y amigos de los heridos.
«Aquí todos nos conocemos y somos casi familia, una cosa así de brutal jamás nos la podíamos ni imaginar que pasara en un sitio tan tranquilo como éste, pero en los últimos años ha venido mucha gente de fuera, sobre todo de la zona de Zafarraya, en Granada», ha expresado uno de los vecinos, visiblemente indignado por lo sucedido.
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