A prisión por violar a una niña que se quedó a dormir en su casa porque era amiga de sus hijas

De acuerdo con la resolución, los hechos sucedieron en una fecha no determinada del verano de 2017 o 2018, cuando la pequeña -que tenía once o doce años- se quedó en su casa a dormir junto a su hermano, también menor. Ambos eran amigos de las hijas del acusado dada la amistad previa que había entre los progenitores de las dos familias.

Aquella noche, el encausado contó un cuento a los niños y, al comprobar que los demás se habían dormido, «con ánimo de menoscabar la indemnidad sexual» de la perjudicada, le retiró la ropa interior y, tras manosearla, la violó. Según el relato de hechos probados, la agresión sexual duró unos minutos en los que la víctima «le pidió que la dejara».

Al no cesar el hombre en su conducta, la niña intentó huir con la excusa de ir al baño, ante lo que el encausado intentó convencerla para mantener relaciones sexuales, siendo nuevamente rechazado por la pequeña, que salió de la habitación y se marchó al dormitorio donde dormía la pareja del procesado.

Al día siguiente, cuando los padres de la víctima fueron a recogerla a ella y a su hermano, el acusado le dijo a la menor que no podía contar nada a nadie de lo que había sucedido porque «era un secreto».

No fue capaz de contarlo hasta que pasaron dos o tres años, cuando su madre le dijo que el acusado había sido denunciado por abusar de otra menor. Entre lágrimas, desveló que ella también fue víctima de esta persona y que nunca había hablado de ello porque él le conminó a que guardara silencio y porque, cuando pasó, era muy pequeña y no entendía bien la trascendencia de lo que ocurrió.

Otro motivo para destapar aquel secreto fue que la relación entre el acusado y su esposa no estaba en un buen momento. La niña, como dijo a su madre, quería hablar con la pareja del investigado y que supiera lo que le había hecho para que tuviera una razón más para alejarlo de su vida.

La Audiencia Provincial condenó al hombre, quien también fue condenado por abuso sexual a otra menor en 2021 y está procesado en otras dos causas por este mismo tipo delictivo, como se apunta en la resolución.

La sentencia recurrida por el letrado de la defensa, que argumentó que el testimonio de la menor no reunía los requisitos necesarios para que supusiera la principal prueba de cargo. Además, incidió en que no podía precisar fechas, lo que complicaba la práctica de pruebas periciales o ginecológicas y que no hubo violencia ni prevalimiento, por lo que no podía tipificarse como una agresión sexual.

El TSJA ha desestimado todas las apelaciones y ha confirmado la condena por la que el hombre tendrá que cumplir ocho años de prisión como autor criminalmente responsable de un delito de agresión sexual a una menor de 16 años, tiempo en el que estará inhabilitado para el derecho de sufragio pasivo.

Asimismo, mantiene la imposición de prohibición a aproximarse a la víctima a menos de 500 metros durante diez años, tiempo en el que tampoco podrá establecer ningún tipo de comunicación con ella. También tendrá que cumplir la medida de ocho años de libertad vigilada.

Del mismo modo, está obligado a indemnizar a la víctima en la cantidad 15.000 euros por los daños morales ocasionados, ya que, a consecuencia de tales hechos, la perjudicada-que ahora tiene 19 años- padece sentimientos de estigmatización, estado de alerta, miedo, rechazo y desconfianza hacia varones adultos e incomodidad ante temas relacionados con la sexualidad.