Operación curvas: una joven usa inteligencia artificial para extorsionar a más de 300 hombres

La operación, bautizada con el nombre de 'Curvas', se inició en Málaga. Los agentes de la Sección de Ciberdelincuencia de la Comisaría Provincial recibieron las dos primeras denuncias que señalaban a la misma mujer, por lo que iniciaron una investigación centrada en identificar a la persona que estaba detrás de los montajes y las extorsiones sexuales.

Después de ganarse la confianza de los hombres que contactaban con ella, la joven los sonsacaba para obtener fotos o vídeos comprometidas de carácter sexual y los amenazaba con difundir las imágenes entre sus familiares y conocidos si no realizaban una serie de pagos mediante transferencias bancarias.

Tras la detención de la sospechosa en un pequeño pueblo de Guipúzcoa, los ciberagentes constataron que habría extorsionado a, al menos, 311 hombres por todo el país. El número de perjudicados se deduce de los pagos realizados a cuentas bancarias de la investigada. En el concepto de las transferencias ponían expresiones como «envío por acuerdo de parar amenaza» o «borra, por favor». Sin embargo, la mayoría de las víctimas no ha denunciado por distintos motivos personales.

Los investigadores de la Sección de Ciberdelincuencia de Málaga, a los que se sumaron sus homólogos en San Sebastián, analizaron todas cuentas que manejaba la sospechosa en redes sociales. Sólo en una de ellas tenía más de 13.000 seguidores, lo que demuestra la «actividad publicitaria de captación y establecimiento de contactos con varones». La imagen de la detenida se asemejaba en edad y rasgos faciales a la que figuraba en los perfiles denunciados, pero no su cuerpo, que había sido objeto de una gran transformación mediante el uso de la inteligencia artificial.

Cuando se obtuvieron los suficientes indicios, el juzgado autorizó la entrada y registro en su domicilio. En la vivienda no se localizaron equipos informáticos sofisticados, sino un smartphone con varias aplicaciones instaladas de retoque gráfico basadas en inteligencia artificial y un trípode con un aro de luz para grabarse a sí misma.

Posteriormente, se realizó en comisaría un volcado de datos del terminal intervenido. Los agentes analizaron 3.500 conversaciones a través de diferentes aplicaciones de mensajería y redes sociales, lo que evidenció una evolución en el tiempo del modus operandi utilizado por la extorsionadora.

Según las pesquisas, al principio habría fingido que era prostituta, instando a los hombres a contratar sus servicios por adelantado, previo pago vía bizum, aunque sin presentarse nunca en el lugar pactado. Más tarde, se habría dedicado a animar a sus seguidores a sumarse a un canal privado de claro contenido sexual a través de una aplicación de mensajería instantánea, previo pago, y que resultó ser otra estafa.

Por último, la investigada se habría centrado en la 'sextorsión'. La joven presuntamente se ganaba la confianza de las víctimas y logró que le enviaran imágenes íntimas con las que posteriormente los extorsionaba bajo la amenaza de difundirlas en su entorno personal.

Paralelamente, se analizaron las cuentas donde las víctimas ingresaban el dinero de la 'sextorsión'. En ocho meses, recibió un total de 16.300 euros con su negocio ilícito.