Un okupa y su hija hallan el cadáver momificado de una mujer que llevaba 14 años muerta
Las ventanas del piso estaban abiertas, por lo que nadie se percató del olor ni la echó en falta en todo este tiempo
En el piso no había movimiento. Nadie entraba ni salía de la vivienda desde hacía tiempo. Por eso, un okupa forzó la cerradura para instalarse ... allí con su hija, una menor de 11 años. Pero el que iba a ser su nuevo hogar escondía un macabro descubrimiento al otro lado de la puerta. En el inmueble, -ubicado en Camino de Suárez, en Málaga capital-, encontraron el cadáver momificado de una mujer que, según las primeras investigaciones, llevaría al menos una década muerta. De hecho, se cree que falleció hace nada menos que 14 años.
El hallazgo se produjo a última hora de la tarde de este lunes 17 de marzo. La voz de alarma la dieron precisamente el okupa y su hija, que al descubrir el cuerpo sin vida de la mujer salieron corriendo despavoridos de la vivienda y avisaron a los vecinos del edificio de que había un cadáver en el bloque. La policía recibió una llamada que alertaba de la situación, por lo que envió a un par de patrullas para comprobar lo sucedido.
Los agentes entraron en el piso y comprobaron que el aviso era cierto. Dentro del inmueble localizaron el cuerpo sin vida de una mujer, así que, para preservar el escenario, salieron inmediatamente y reclamaron la presencia de los especialistas de la Brigada de Policía Científica. La comisaría activó inmediatamente la comisión judicial para proceder al levantamiento.
El cadáver de la anciana estaba momificado y prácticamente reducido al esqueleto. Todo en la vivienda, incluido el cuerpo, llevaba años intacto. La primera impresión de los investigadores es que la mujer murió al menos 10 años antes. Es más, se cree que, por la información recabada en el piso, serían 14. Ambas fechas de la data encajarían con el estado en que se hallaron los restos óseos.
Dos aspectos pudieron contribuir a que la anciana pasase tantos años muerta sin que nadie la encontrara. El primero, que se habría producido bastante rotación de vecinos en el edificio, lo que habría provocado que nadie la echara en falta con el paso del tiempo. El segundo, que las ventanas de la vivienda estaban abiertas de par en par, de manera que el olor no se propagó por el bloque de pisos.
Los investigadores tienen puesto el foco en identificar a la fallecida y en averiguar si tiene descendientes o al menos familiares cercanos. De ser quien sospecha la policía, se trataría de una mujer española que ahora tendría 100 años y que, al parecer, enviudó hace 15. El caso sigue abierto para reconstruir sus últimos años de vida y, sobre todo, las circunstancias de su muerte.
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