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Los policías saben mucho más de lo que cuentan sus atestados. Su trabajo consiste en observar, vigilar y escuchar. En estar al tanto de lo que ocurre y anticiparse, cuando pueden, a lo que va a pasar. En la comisaría de Fuengirola sitúan la llegada de José Arcadio D. N. a la localidad hace aproximadamente una década. A las dos semanas de instalarse en el municipio ya se oía en las calles el apodo de 'El melillero'.
Su historial delictivo, jalonado por una veintena de detenciones policiales, describe su ascenso en el mundo del hampa, pero también un carácter violento que mostró su cara más atroz con la agresión machista que protagonizó –presuntamente– en Cártama el pasado martes, cuando roció con ácido sulfúrico a su exnovia, Sandra, de 26 años, y también sobre una amiga de ésta, Cristina, dos años mayor. Ahora, 'El melillero' anda escondiéndose de las Fuerzas de Seguridad, que mantienen un vasto operativo policial capitaneado por la Guardia Civil, cuerpo que dirige la investigación. No hay agente ni plantilla de la provincia, de la región o incluso del país que saliera ayer a patrullar sin la foto de su cara en el teléfono móvil y los datos de la matrícula del Volkswagen Golf gris oscuro en el que huyó del lugar de los hechos. Anoche, a última hora, tuvo lugar una espectacular persecución con numerosos medios de la Guardia Civil, la Policía Nacional y diferentes policías municipales que, al cierre de esta edición, le pisaban los talones.
La fuga no le es ajena. Llevaba un año escapando de las siete órdenes de busca y captura que, tal y como ayer adelantó SUR, se habían ido acumulando contra él desde enero de 2020. Tres de esas requisitorias –por lesiones, robo con fuerza y robo con violencia o intimidación– suponían su inmediato ingreso en prisión. Las otras cuatro, por malos tratos o conducir sin permiso, su detención. Le constan más de 20 reseñas policiales.
Por una de esas causas debe sentarse 'El melillero' en el banquillo el próximo 27 de enero. El juicio estaba señalado para abril de 2020, pero se suspendió por el estado de alarma decretado por la pandemia del coronavirus y se aplazó para este año. José Arcadio deberá responder a una acusación de violencia de género contra otra expareja, con la que tiene un hijo.
Los hechos que se le imputan se remontan a la madrugada del 14 de agosto de 2016. El joven de 26 años coincidió en una discoteca de Marbella con su ex y, tras pedirle explicaciones sobre qué hacía allí, comenzó a discutir con ella. La Fiscalía, que solicita para él una condena a 30 meses de cárcel, además de alejamiento, relata que le propinó un puñetazo en la cara, la tiró al suelo y la agarró por el pelo, arrastrándola escaleras abajo.
La mujer logró escapar, pero él volvió a darle alcance y, supuestamente, la tiró sobre el capó de un coche, donde siguió propinándole puñetazos hasta que consiguió huir de nuevo y pedir ayuda a una patrulla de la Policía Nacional. Sufrió contusiones, hematomas y caída de cabello.
Dice la Fiscalía que, días después, 'El melillero' llamó a la mujer, pidió perdón y le dijo que quería ver al niño. Ante su negativa, según el escrito acusatorio, reaccionó diciéndole: «Puta, guarra (sic), no vales para nada, te voy a meter un tiro que te voy a dejar inválida». También la habría amenazado por Facebook con frases de este tenor: «Te voy a sacar las tripas, el que te he mandado a tu casa no ha ido a darte besitos». Desde entonces, tiene prohibido, por orden judicial, acercarse a ella.
En sus primeros años de hampón, se juntó –cuentan varios agentes que conocen bien su trayectoria– con algunos delincuentes locales con los que cometió robos en establecimientos y viviendas. La Fiscalía lo acusó de atracar en agosto de 2012 una joyería de Fuengirola utilizando un martillo con el que rompieron las vitrinas. También fue procesado por integrar una banda especializada en robar establecimientos, a la que se investigó por asaltar un salón de juegos, un estanco, un bingo y un supermercado de Fuengirola durante los primeros meses de 2013.
Posteriormente se le acusó de participar junto a otros tres adultos y un menor en un asalto a un chalé de Benalmádena el 29 de noviembre de 2013. Tres miembros de la banda, según la Fiscalía, irrumpieron en la vivienda, reclamando dinero y joyas a los moradores y, al parecer, llegando a colocarle una pistola en la sien a la mujer al tiempo que maniataban al marido. 'El melillero' habría participado en el golpe, aunque se quedó fuera de la casa y condujo uno de los coches de la huida (con el que casi atropella a un policía).
En marzo de 2014, en la prisión de Alhaurín de la Torre, se le acusó de participar en la agresión a un interno, al que habría sujetado del cuello para que otro recluso le golpeara –también fue acusado por participar en un pase de droga dentro de la cárcel–.
El 14 de agosto de 2015 habría cometido, junto a un compinche, otro atraco a una joyería de Fuengirola, que habría asaltado oculto bajo un casco de motorista y armado con un machete y un martillo. Al parecer, destrozaron varias vitrinas para apoderarse de joyas. Los cristales hirieron al dueño en una oreja y una mano, pero eso no impidió que los persiguiera y recuperara un macuto en el que cargaban parte de las joyas. Al 'melillero' lo imputaron porque se halló su perfil genético en un guante que perdió en la huida.
El 15 de noviembre de 2014, José Arcadio D. N. habría protagonizado otra «alocada» persecución –el término lo empleó el Ministerio Público en el escrito en el que se le acusó– en la que acabó golpeando a un vehículo policial que, a su vez, por la inercia, chocó con el que conducía una mujer que resultó lesionada.
Entre los juicios que tiene pendiente, figura un episodio que habría protagonizado en el restaurante Goltier, en el paseo marítimo de Playamar, en Torremolinos. Según la Fiscalía, 'El melillero' habría esgrimido una pistola plateada con la que, supuestamente, apuntó a varios empleados del local, que estaba a punto de cerrar al público, lo que generó «gran temor y desasosiego» entre los trabajadores, que huyeron despavoridos. Por esos hechos se le pide una condena de un año de cárcel.
La última de sus detenciones data del 12 de octubre de 2018. José Arcadio estaba fumando en una caseta de la Feria de Fuengirola cuando un portero le llamó la atención por hacerlo. Según las fuentes consultadas, se marchó enfadado y al cabo de un rato volvió armado con un cuchillo. No llegó a agredir al portero, pero la policía, que conoce bien al 'melillero', le leyó los derechos por homicidio en grado de tentativa.
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