El incendio de Sierra Bermeja quema ya casi una cuarta parte del verano pasado y moviliza a mil efectivos
Los 23 medios aéreos no pudieron intervenir hasta el mediodía por un problema de inversión térmica y por la noche se autorizó la vuelta de vecinos desalojados de Benahavís
Ignacio Lillo y joaquina dueñas
Málaga
Viernes, 10 de junio 2022, 00:51
El incendio que desde el miércoles permanece activo en la zona de Sierra Bermeja ya ha quemado más de 2.150 hectáreas, y sigue avanzando. ... El dato que reveló ayer Juan Sánchez, director del Centro Operativo Regional de Infoca, durante su comparecencia para explicar la situación, permite calibrar el grave impacto que está teniendo este episodio en su entorno. El gran incendio de Septiembre de 2021 quemó unas 9.600 hectáreas, por lo que este ya ha afectado a casi una cuarta parte del anterior.
«El recuerdo de aquel incendio es inevitable, pero la situación es totalmente distinta», asegura el responsable técnico, quien se refiere al paraje afectado, acerca del que hay cierta confusión, como «la zona de Sierra Bermeja», aunque es cierto que el anterior se cebó más directamente sobre ese valioso entorno natural.
El despliegue conjunto de Infoca y de la UME, junto al Consorcio Provincial de Bomberos y otros cuerpos de seguridad y Protección Civil, mantiene a casi un millar de efectivos trabajando sobre el terreno para tratar de extinguirlo. En concreto, son 946 los profesionales desplegados sobre un área de difícil orografía, en los municipios de Pujerra, Júzcar y, sobre todo, Benahavís. Los medios aéreos, que son fundamentales para el control y extinción, suman 23 unidades, entre ellos siete helicópteros ligeros y semipesados, dos Súper Pumas y dos Kamov; así como cinco aviones, entre ellos tres Focas anfibios del Gobierno central.
El grueso del operativo lo lidera el Plan Infoca, con un total de 500 bomberos forestales y varios responsables de medio ambiente, según informa la Junta de Andalucía. El segundo contingente lo forman 233 soldados de la Unidad Militar de Emergencias (UME), junto a 23 vehículos ligeros y 58 pesados, para trabajar en turnos de día y de noche. Junto a ellos trabajan 30 efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos de Málaga y una decena de los ayuntamientos de Mijas, Marbella y Fuengirola. El despliegue lo completan medio centenar de guardias civiles, otros tantos operativos de seguridad y emergencias, así como voluntarios. En este punto, la buena noticia es que los tres bomberos forestales heridos evolucionan de manera favorable: los leves han sido dados de alta; y el que tenía heridas más graves, con quemaduras en el 10% de su cuerpo, ha pasado a planta en el Hospital Regional.
Inversión térmica
La jornada de ayer estuvo marcada por el fenómeno de la inversión térmica, que imposibilitó el trabajo de los medios aéreos hasta las 11.00 de la mañana. Jesús Riesco, director del Centro Meterorológico de Aemet en Málaga, explicó que la temperatura, con la altura, tiende a disminuir (a ser más frío) pero cuando hay una inversión térmica se produce una capa en la que la temperatura aumenta con la altura, que es justo lo contrario de lo que pasaría en condiciones normales. Ello forma una boina de humo denso que impide la visibilidad porque la capa cálida superior impide que se disipe. Pasadas las once de la mañana, el cambio de viento a levante y componente sur permitió activar a los medios aéreos que no se habían podido incorporar a los trabajos. Estos se concentraron entonces en el flanco derecho y la zona norte del incendio, la que se considera la zona de inicio.
«El fuego lo tenemos perfectamente delimitado gracias a los geolocalizadores del personal, que nos permite saber donde están trabajando en el límite de llama, que es la zona segura; la parte inicial, donde empezó, es la más complicada por las fuertes pendientes«, y se está acometiendo mediante un ataque mixto con medios aéreos y terrestres.
Ver fotos
El responsable del operativo se mostró optimista, en el sentido de que el riesgo del incendio para la población es mucho menor ahora por el cambio de viento, «pero queda día por delante, la atmósfera se calienta y hay posibilidad de incendios secundarios que pueden entrañar peligro; cuando tengamos seguridad absoluta para la población podrán regresar a sus casas, espero que no tarden». Sánchez mostró su confianza en que este no será tan grave como el del año pasado, sobre todo porque aquel ocurrió al final del verano, «cuando los combustibles tenían un estrés hídrico tremendo», y este ha ocurrido al principio, con pocos días todavía de terral. «No tiene nada que ver la situación del combustible entonces con este». Por tanto, aclaró que este no es un incendio de sexta generación, que son aquellos capaces de modificar la meteorología de su alrededor.
Las imágenes de satélite que emplea Aemet para el seguimiento de la situación meteorológica en la zona mostraban ayer una nube con las características del temido pirocúmulo, según indicaron fuentes de esta institución; si bien, según Infoca, se trató sólo de la boina de humo a causa de la inversión térmica. De hecho, al menos ayer no llegaron a producirse las temidas lluvias de fuego que se producen con los pirocúmulos, debido a la caída de material incandescente.
La ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, anunció que en julio se empezarán a pagar los cinco millones de euros en ayudas por el anterior incendio en esta misma zona; y lanzó un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía, y aseguró que están todos los medios a disposición y trabajando. La ministra tuvo palabras de reconocimiento para los vecinos evacuados, que han asumido la situación con absoluta tranquilidad; así como para los operarios, en especial a los que resultaron heridos. «La fórmula es el trabajo conjunto y la cooperación de todas las administraciones», aseguró.
Desalojados
La madrugada del jueves, las autoridades ordenaron el desalojo de seis viviendas del diseminado de Velerín Alto, en Estepona. El fuego se bifurcó en dos frentes, a causa de la orografía, y uno de ellos se diría hacia esa zona. Estos vecinos se sumaron a los que durante la tarde y primeras horas de la noche del miércoles tuvieron que salir de forma preventiva del casco urbano de Benahavís, así como de las urbanizaciones de Montemayor (60 vecinos), Marbella Club y Benahavís Hill. En total, alrededor de 2.000 personas tuvieron que pasar la noche fuera de sus hogares. Afortunadamente, pasadas las 22 horas la Dirección Operativa y de Extinción del Infoca autorizaba la vuelta ordenada y paulatina de algunos de los desalojados del casco urbano de Benahavís, así como de los residentes en las urbanizaciones Benahavís Hill y Marbella Club. Sin embargo, los de Montemayor en Benahavís y Velerín Alto en Estepona siguen fuera de sus hogares puesto que no se ha autorizado su regreso aún por estar más cerca de la zona del incendio.
Para la atención de los evacuados se habilitó la carpa municipal de San Pedro de Alcántara. En este punto, Cruz Roja desplegó material de primera necesidad, aseo y alimentos para 500 personas, aunque solo 37 tuvieron que acudir a este recurso público, ya que la mayor parte fueron acogidos en casas de familiares y amigos, y en establecimientos hoteleros de la zona.
Además, un matrimonio que vivía en el campo, en el término municipal de Júzcar, fue realojado por el Ayuntamiento en una vivienda del pueblo; y varios vecinos de Pujerra también tuvieron que dejar sus casas de campo, que eran segundas residencias. Por otra parte, medio centenar de caballos del hipódromo de Benahavís también han sido evacuados. Por el momento, la dirección de extinción no considera que se den las condiciones de seguridad necesarias para la vuelta a sus viviendas.
Entre las incidencias, también hay que mencionar que la carretera A-7175 permanece cortada en sentido ascendente de la vía, a la altura del kilómetro 3, por el humo y para facilitar el trabajo de los servicios de emergencia.
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