El bombero herido en Sierra Bermeja, un padre de familia de 45 años y vecino de Aznalcóllar
El alcalde del municipio sevillano, Juan José Fernández, afirma que el efectivo forestal será trasladado a Sevilla en cuanto su estado de salud se lo permita
El bombero forestal que permanece ingresado en la Unidad de Quemados del Hospital Regional de Málaga tras sufrir quemaduras de segundo grado, con un 10% ... de afectación en las extremidades inferiores, en el incendio de Pujerra es vecino de Aznalcóllar (Sevilla), padre de familia y tiene 45 años. Así lo señaló el alcalde de esta localidad, Juan José Fernández, en declaraciones a Europa Press.
El efectivo del Infoca herido, según precisó el regidor, trabaja en el centro de defensa forestal (Cedefo) de Madroñalejo, el cual se ubica en dicho municipio, localizado en la comarca del Corredor de la Plata. El alcalde de Aznalcóllar le visitó este jueves junto con la familia del bombero en el hospital de Málaga.
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Según apuntó Fernández, el hombre de 45 años está casado y tiene una hija de 17 años. Asimismo, confirmó que el bombero forestal se encuentra fuera de peligro, a pesar de que, como lamentó, algunas partes de su cuerpo han resultado «achicharradas».
Además de mandarle un mensaje de ánimo, el primer edil de Aznalcóllar explicó que, en cuanto su estado de salud lo permita, el bombero será trasladado a la Unidad de Quemados del hospital Virgen del Rocío, en Sevilla.
El regidor del municipio, además, comentó que los otros dos efectivos heridos -aunque con quemaduras leves- durante sus labores para tratar de extinguir el incendio que desde el mediodía de este miércoles asola Sierra Bermeja tienen 43 y 47 años.
Ambos son también vecinos de municipios sevillanos -concretamente, de Gerene y Espartinas-, y son efectivos de Cedefo de Madroñalejo. Este miércoles fueron evacuados al Hospital Costa del Sol, aunque ya recibieron el alta.
Los tres bomberos resultaron heridos después de que Sierra Bermeja volviese a arder en un incendio forestal que guarda similitudes con el declarado el año pasado, ya que tiene como epicentro el mismo entorno que entonces se logró detener.
Las condiciones reunían todos los ingredientes para que su extinción resultase complicada, ya que las temperaturas alcanzaron este miércoles los 37 grados en la zona, con viento de terral con rachas de 40 kilómetros por hora y una humedad relativa muy baja.
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