Una huella y varias contradicciones acorralaron al detenido por el crimen de Paco 'El del quiosco' en Marbella
El detenido, un camarero de Jerez de la Frontera, terminó por reconocer a los agentes su participación en los hechos
El caso de Paco 'El del quiosco' llevaba años encallado. No había avances ni novedades que permitieran seguir una línea de investigación potable. Pero el empeño de un grupo de policías la sacó del callejón sin salida en que estaba aparcada desde hacía una década, cuando se produjo la muerte a golpes del quiosquero marbellí en el transcurso de un robo en la puerta de su domicilio.
Según ha podido saber SUR, hubo dos pistas, una de ellas indiciaria y la otra consolidada como prueba, que permitieron a los agentes acorralar a uno de los principales sospechosos, un hostelero afincado en Jerez de la Frontera que en aquella época, cuando ocurrieron los hechos, el 6 de noviembre de 2015, trabajaba como camarero en Marbella.
En estos 10 años, los investigadores han mantenido abierto el caso y han analizado las pruebas que habían sido recabadas en la escena del crimen, además de reconstruir varias veces los hechos y añadir nuevas testificales que permitieron avanzar en las pesquisas, según ha informado la Comisaría Provincial.
La policía llegó hasta el camarero gracias a esas declaraciones y al olfato de los investigadores, que insistieron en tomarle declaración ante la sospecha de que pudiera haber tenido relación con el crimen. Así fue como detectaron una serie de contradicciones que lo cercaron. Pero el elemento clave fue una huella que se encontró en el escenario de la muerte del quiosquero y que, al parecer, era suya.
Con todo ese material probatorio, los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la comisaría de Marbella se desplazaron a Jerez de la Frontera y arrestaron al sospechoso el 25 de junio. El olfato no les falló. El detenido terminó por reconocerles que había participado en los hechos.
No obstante, y siempre según las fuentes consultadas, la confesión realizada por el investigado es parcial. Al parecer, admitió haber estado en el lugar del crimen y haber participado en el robo a Paco, pero no haberlo matado.
El Juzgado de Instrucción número 4 de Jerez ordenó el pasado 26 de junio el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza del detenido, al que se investiga por homicidio, según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA). La causa original la lleva el Juzgado de Instrucción número 1 de Marbella, donde estaba archivada provisionalmente ante la falta de novedades. Ahora será reabierta.
Paco tenía 57 años y era natural de Canillas de Aceituno, pero llevaba más de 30 años viviendo en Marbella, donde regentaba un pequeño quiosco en la esquina entre las avenidas Nabeul y Ramón y Cajal, a escasos metros de su domicilio, en pleno centro de la ciudad. Era soltero y vivía solo.
El día de autos, alguien lo vio cerrar el quiosco pasada la medianoche, sólo unos minutos antes de la agresión que le costó la vida. Una pareja que había salido a pasear lo encontró tumbado sobre un charco de sangre en el portal de su edificio, el número 7 de la calle Juan Alameda. Serían las 00.20 horas.
Cuando llegaron los sanitarios, aún estaba agonizando. Durante 40 minutos trataron de salvarlo realizándole maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP), pero sus esfuerzos fueron en vano. A la una de la madrugada se certificó su muerte.
Los investigadores observaron que el cadáver presentaba graves traumatismos en el rostro con varias fracturas que evidenciaban una muerte violenta. Todo apunta a que fue golpeado con extrema violencia. El móvil, como siempre tuvo claro la policía, y también la familia, fue el robo.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.