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Despedida del comisario provincial de Málaga, referente en la lucha contra el terrorismo en España
Enrique Barón Castaño, uno de los policías nacionales más joven en ascender a comisario y el actual número uno en el escalafón, es homenajeado a pocos días de cumplir los 65 años y soltar el bastón de mando
Uno de los policías nacionales más joven en ascender a comisario en España y actual número uno en el escalafón, referente en la lucha contra ... el terrorismo en los años más cruentos de ETA, se despide tras cerca de medio siglo de entrega a la ciudadanía. Arropado por compañeros y familiares, el jefe de la Comisaría Provincial de Málaga, Enrique Barón Castaño, ha sido homenajeado a pocos días de soltar el bastón de mando.
Licenciado en Derecho, Barón inició su formación en el año 1980 en la Academia General Militar y, cinco años más tarde, pasó a la categoría de teniente de la Policía Nacional y destinado al País Vasco, concretamente a la Comisaría Provincial de Vitoria. Tras su paso por distintas plantillas, ascendió a inspector jefe en 1991, cuando le fue encomendado el mano de la sección de operaciones de la Jefatura de Unidades de Intervención Policial, especializada en hacer frente a graves alteraciones de la seguridad pública, protección de altas personalidades y dispositivos de riesgo.
Solo unos años más tarde, en 1995, promocionó a comisario y, en 2010, a comisario principal. He aquí algunos de los puestos de dirección y responsabilidad que ha ocupado a lo largo de su trayectoria:
-Jefe de la Brigada Provincial de Información (Unidad Antiterrorista) de Navarra.
-Jefe Superior de Policía del País Vasco, puesto en el que permaneció siete años, desde 1998 a 2005, y cuya encomienda principal era la lucha antiterrorista contra la organización criminal ETA.
-Jefe Superior de Policía de Madrid, de 2005 a 2008.
-Director General de Seguridad y Política Interior en la Comunidad de Madrid, de 2008 a 2012.
-Comisario General de Información (Jefe de la lucha Antiterrorista en el ámbito de la Policía Nacional) entre los años 2012 y 2017.
-Vocal del Consejo Asesor de la Dirección General de la Policía desde 2017 a 2021.
-Jefe Provincial de Málaga, puesto que ocupa desde septiembre de 2021.
El comisario principal Barón se ha consolidado como uno de los referentes (el «número uno», describen sus compañeros) en la lucha contraterrorista al mando de importantes actuaciones policiales que consolidaron el cese de la actividad armada del grupo terrorista ETA; un un punto de inflexión en la sociedad española por el que cada día se jugó el tipo y trató de proteger el de los suyos.
Así lo recuerda su hija: «Sé que durante muchos años guardaste silencio. Nos protegiste del peso de lo que vivías, especialmente a mí, que solo era una niña. Me enseñaste a mirar debajo del coche antes de subir, con cuidado, como si fuera un juego. Yo obedecía sin entender, sin saber qué buscaba, pensando que era una de esas cosas raras de los mayores. No sabía que tú, mi padre, eras uno de los hombres más vigilados de España. No sabía que ETA te llamaba el Oso. Que te tenían en su punto de mira. Que vivías cada día con el riesgo real de no volver (...). Me contaste lo que era vivir con miedo, pero sin permitir que te dominara, lo que era despedir a compañeros que no volvieron, lo que era caminar con el corazón lleno de 'zarpazos' (...) porque cada compañero caído, cada víctima, cada llamada que nunca llegó… te dolió como si fuera tu propia familia».
Y sin embargo, «con ese dolor a cuestas», le ha expresado Bárbara Barón, «fuiste siempre un hombro para los demás. Apoyaste a víctimas del terrorismo no solo con profesionalidad, sino con un respeto y una humanidad que te honra. Las escuchaste, las consolaste, les diste algo que no se puede enseñar en ninguna escuela: la dignidad del que comprende el sufrimiento de verdad. Nunca dejaste que la rabia te deshumanizara. Elegiste siempre la justicia por encima del odio. Y eso, papá, es lo más valiente que alguien puede hacer».
El próximo miércoles 9 de julio el comisario provincial de Málaga celebrará su 65 cumpleaños prestando su último servicio. «Quiero estar rodeado de lo que más quiero, que son los policías». No ha pensado qué hará una vez retirado, confiesa, pues la entrega al cuerpo la ha vivido «como una religión». Pero, su deseo, señala, «disfrutar de las cosas importantes: de mi familia, de los amigos...y terminar el Camino de Santiago».
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