Denuncia que un yate lo embistió cuando pescaba con su kayak en Marbella y se dio a la fuga
La Guardia Civil ha cursado las diligencias sobre el caso al juzgado en funciones de guardia
Era sábado y Juan Carlos salió a pescar con su kayak en la zona de Cabopino, en Marbella, como hace habitualmente. Sin esperarlo, un yate ... comenzó a aproximarse con la proa levantada y a gran velocidad. A pesar de las señas y el griterío del afectado -que iba protegido con un chaleco salvavidas fluorescente- para que se detuviera, la embarcación, siempre según su relato, continuó la marcha hasta embestirlo y se dio a la fuga.
A Juan Carlos todavía le cuesta recordar el incidente que le podría haber costado la vida. Cuando se quiso dar cuenta, la embarcación, de unos 15 metros de eslora -calcula-, ya le había «pasado por encima», había caído al agua junto a sus pertenencias y se encontraba dolorido, ha explicado en una conversación con este periódico.
Ocurrió el pasado 4 de octubre, sobre las tres y media de la tarde, y al lugar acudieron los servicios del Centro de Emergencias 061, así como una patrulla de la Guardia Civil, que se entrevistó con la víctima e identificó a los testigos. Juan Carlos también fue atendido en un hospital por las contusiones que le ocasionó la colisión. «Me duele sobre todo la espalda y la cadera. Además, me ha creado mucha ansiedad, pesadillas...está siendo un trago muy duro», reconoce el pescador.
En la denuncia, interpuesta en el cuartel de la Guardia Civil de Torremolinos y a la que ha tenido acceso este periódico, el afectado explica que se encontraba detrás de la boya roja, próximo a un circuito de motos acuáticas, hablando con el dueño de la empresa, a bordo de una lancha neumática, cuando ocurrieron los hechos.
Aunque al principio el yate parecía acercarse a la lancha, terminó pasando de largo para enfilar al kayak y arrollarlo. Juan Carlos desconoce si el navegante lo avistó o no: «Yo le gritaba y le hacía aspavientos para que girara y no me llevara por delante, pero no levantaba la cabeza». El piloto de la lancha y su acompañante le recriminaron su actuación, aunque en vano y lo persiguieron para que no escapara, aunque en vano.
Juan Carlos asegura que el sospechoso se dio a la fuga mientras él, enredado en las cañas de pescar, pedía auxilio. Fue el dueño del negocio de motos acuáticas quien finalmente lo rescató y alertó a los servicios de emergencias. Finalmente, todo ha quedado en un susto, pero el pescador confiesa que no se le quita «el mal cuerpo» y pide que el presunto responsable «no quede impune».
La Guardia Civil, por su parte, ha cursado las diligencias al juzgado en funciones de guardia, han informado fuentes del Instituto Armado.
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