Crimen de Torremolinos: la policía maneja como principal hipótesis la del ajuste de cuentas

No hubo testigos, salvo las cámaras del museo –aún sin inaugurar– de la plaza Pablo Ruiz Picasso, que captaron la escena. La videovigilancia grabó cómo un encapuchado, provisto además de mascarilla, se aproximaba al camión y efectuaba tres disparos contra la víctima, que trató de escapar hacia el asiento del copiloto. No lo logró. Las balas le alcanzaron en el abdomen y los miembros inferiores. Murió allí mismo.

Nadie reparó en el cadáver hasta la mañana siguiente. Ni siquiera un empleado del servicio municipal de limpieza que pasó junto al vehículo y que, ayer, muy exaltado, contaba a los vecinos lo que le pasó: «A eso de las siete he pasado al lado del camión. Vi que tenía las luces encendidas, pero no se me ocurrió asomarme a mirar si había alguien o algo. Menos mal, me dan escalofríos solo de pensarlo».

A las 8.30, una mujer que pasaba por la calle Madre del Buen Consejo vio los cristales rotos y observó que dentro del vehículo había un hombre ensangrentado. A su llamada a los servicios de emergencias acudieron varias patrullas de la Policía Local, de la Nacional y del 061, que nada pudieron hacer por la víctima.

El fallecido ha sido identificado como un ciudadano de origen marroquí residente en España de 35 años. Al parecer, se dedicaba a la venta ambulante en mercadillos. Según ha podido saber SUR, en su historial figuran varios antecedentes policiales por diferentes delitos, aunque ninguno de ellos relacionado con el narcotráfico o el crimen organizado. Pese a ello, por el modus operandi, el caso ha recaído en manos de los agentes de la Udyco-Costa del Sol, que manejan como principal hipótesis el ajuste de cuentas, sin descartar por el momento otras líneas de investigación.

La policía acordonó el perímetro de la calle para preservar el escenario del crimen y llevar a cabo tanto la inspección ocular como el levantamiento del cadáver. Los agentes peinaron todos los establecimientos de los alrededores en busca de otras cámaras de seguridad que pudieran haber captado la huida del asesino y revelar algún rasgo de su apariencia que permitiera identificarlo.

El suceso generó inquietud entre los vecinos de esta céntrica zona de Torremolinos. Varios de ellos aseguran que el camión llevaba un par de días aparcado en el mismo lugar. «Qué horror, qué horror, que peguen tiros tan cerca de casa», comentaba una vecina de unos 70 años que salió a pasear con su perro. «Anoche –añadió la mujer– escuché tres golpes seguidos, dos de ellos muy fuertes y uno más flojito. Pensé que era el tubo de escape de una moto o algo parecido. Me asomé, pero no vio nada, ningún vehículo ni nadie por la calle».