Crimen de Paco en Almogía: «El plan era apretarle para robar el dinero y luego tirarlo por un barranco»

Un plan preconcebido, pero con muchos cabos sueltos. Francisco Mayorga, conocido en Almogía como Paco el del molino, murió asesinado, probablemente estrangulado mediante un mataleón, durante el asalto a su vivienda. Los autores creían que guardaba una importante suma de dinero en efectivo en su casa. «La idea era apretarle -para saber dónde lo escondía- y luego tirarlo por un barranco», manifestó uno de los investigados a la Guardia Civil. Nada salió como pensaban.

Las primeras noticias sobre Francisco Mayorga hablaban de un hombre de 83 años en paradero desconocido desde la noche de 8 de marzo, cuando se despidió de un familiar, después de ver el fútbol con él, y recorrió a pie los escasos metros que separaban sus casas. La desaparición se consideró inquietante desde el principio porque en su casa se encontró sangre, su dentadura postiza e indicios de un robo.

En los días siguientes se sucedieron las detenciones -tres en total- hasta que el 14 de marzo uno de los implicados, apodado El Trini, aseguró que podía acompañar a los agentes hasta el lugar donde se encontraba el cadáver de Paco. La jueza autorizó su salida de la cárcel -había pasado su primera noche entre rejas por este caso- y el investigado condujo a los guardias civiles hasta la zona de la Rambla, donde habían ocultado, bajo unos arbustos, el cuerpo sin vida del anciano.

Los otros dos arrestados son El Raki, que supuestamente fue quien informó al resto de que Francisco Mayorga, para quien había trabajado en el campo en el pasado, manejaba dinero en efectivo porque una vez lo vio con un billete de 100 euros en las manos; y El Keni, un delincuente con multitud de antecedentes -tiene una veintena de reseñas policiales- que pasó en una semana de testigo a principal sospechoso.

La investigación, a la que ha tenido acceso SUR, se ha encargado de desmontar las mentiras sembradas por El Keni, quien -según las fuentes consultadas- intentó culpar a El Trini del robo en la casa de Francisco Mayorga y, de paso, en su desaparición. De hecho, cuando salieron las primeras noticias sobre la búsqueda, El Keni acudió voluntariamente al cuartel de Almogía para informar de que la noche de autos su amigo El Trini había ido a su casa pedirle ayuda tras estar en la vivienda de Paco.

La Guardia Civil ha concluido en su atestado que los hechos no ocurrieron así. Según las pesquisas, en el asalto participaron al menos El Keni y el Trini, aunque también sospechan de la figura de El Raki, que para los investigadores sería, como mínimo, el supuesto ideólogo del golpe. Es, no obstante, el único de los tres que quedó en libertad tras una breve estancia en prisión.

Esa noche, El Keni y El Trini, que siguen en prisión por esta causa, y puede que también El Raki -su posible implicación está menos acreditada en la investigación- saltaron mediante escalo el muro de la vivienda y sorprendieron a Paco en el salón de la planta superior, donde El Keni -los agentes lo consideran presunto autor material- lo habría estrangulado rodeándolo con el brazo u oprimiéndole el cuello con las manos.

La tesis policial es que el móvil era el robo y, sobre todo, la búsqueda de ese botín que creían que Paco guardaba en la vivienda. Se desconoce si lo encontraron o no. Los agentes creen que se llevaron dinero, su DNI, vino y otros efectos personales que no han sido recuperados. También consideran los investigadores que El Trini intentó reanimar a la víctima, de ahí que tuviera varias costillas rotas por las compresiones al realizarle maniobras RCP. Y que El Keni estuvo pidiendo alcohol a los vecinos porque presuntamente tenía un plan final: quemar la casa de Paco para destruir pruebas.

Por todo lo anterior, la Guardia Civil apunta en su atestado a los delitos de robo con violencia y asesinato al considerar que hubo premeditación en el golpe y que existió alevosía por la diferencia de edad y la superioridad física de los asaltantes, todos drogodependientes y de complexión atlética. La familia de Paco ya ejerce la acusación particular por medio de la abogada Antonia Barba con el objetivo de cimentar una acusación sólida por ambos delitos.

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