Cárcel por prostituir a mujeres, una de ellas menor, en su piso de Torremolinos

Los hechos ocurrieron entre 2013 y 2017. Según ha quedado probado, el procesado contactó a través de distintos portales web con las víctimas, que en su mayoría estaban sin papeles, a las que ofrecía trabajos como modelo, chica de compañía o empleada del hogar en Málaga.

Al residir las víctimas en otras ciudades o países, el encausado les ofrecía alojamiento en su propio domicilio. Una vez que ya se habían desplazado, descubrían que lo que pretendía el acusado era que ejercieran la prostitución en el piso.

Las mismas, según se expone en la resolución, eran obligadas a llevar a cabo tal actividad al haber firmado unos contratos con el acusado, quien las amenazaba con estos documentos y con denunciarlas. Les decía que no iban a conseguir regularizar su situación en España.

En algunos casos, de acuerdo con los testimonios de las perjudicadas, las coaccionaba a través de sus familias, asegurándoles que iba a mandar un sicario para que les hiciera daño. Además, el hombre les retiraba el pasaporte y les hacía estar disponible las 24 horas para los servicios.

A una de las víctimas le hizo firmar un contrato redactado por él en el que hacía referencia a la actividad de modelo. Tras ello, le realizó un reportaje fotográfico de contenido erótico, siendo entonces cuando le informó de que en realidad trabajaría ejerciendo la prostitución.

La mujer accedió debido a la presión e intimidación de este individuo, quien también se aprovechó de la vulnerabilidad de ella para que accediera a mantener relaciones sexuales.

Finalmente, en abril de 2017, el procesado contactó con una menor de 16 años y, siendo completamente consciente de su edad, le ofreció ejercer la prostitución en su vivienda, conviniendo que la chica le entregaría el 50 por ciento de sus ganancias.

Asimismo, con la excusa de que él debía saber «cómo funcionaba y trataría a los clientes», el procesado consiguió que la menor mantuviera relaciones sexuales en al menos dos ocasiones con él.

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha modificado la pena, que ha pasado de ser de 19 años y medio -que impuso la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Málaga- a 16 años y tres meses de cárcel por estos hechos.

Esta rebaja se ha producido al haber prosperado dos de los puntos alegados por la defensa, que en uno de los casos hacía alusión a la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas, la cual ha sido admitida.

De igual manera, el Alto Tribunal andaluz ha admitido la sustitución de los dos delitos de corrupción de menores (uno por cada relación sexual con la adolescente) por un único delito de dicha clase.