Se agudiza el síndrome del profesional «quemado» entre los enfermeros españoles

Según el estudio, la sensación de estar quemado con el trabajo ha crecido 13 puntos en los últimos meses, al pasar de un 56% a un 69% de los profesionales encuestados, mientras que el estrés ha aumentado de un 78% a más de un 88%.

Pero no son los únicos porcentajes que se han disparado en este año del Covid. El sentimiento de agotamiento emocional de las enfermeras y enfermeros ha pasado de un 75% a más de un 88%. En contraposición, ha bajado en casi 10 puntos el sentimiento de realización con el trabajo, situándose en un 40%. Una sobrecarga y tensión laboral que, incluso, ha perjudicado a su memoria. Así, el 80% asegura que les ha disminuido; casi un 88% tiene dificultad a la hora de concentrarse y cerca del 77% hace alusión a una cierta lentitud de pensamiento.

En cuanto a los principales síntomas que estos profesionales sanitarios aseguran padecer a consecuencia de su trabajo, tanto a nivel físico como psicológico y emocional, el 96% de los encuestados asegura haber sufrido inquietud, nerviosismo, ansiedad, temor o angustia y un 60% reconoce padecerlo de manera frecuente o muy frecuente. Del mismo modo, nueve de cada diez han sentido que la situación vivida «les supera».

Por otro lado, el 92% indica que han sufrido alteraciones del sueño y un 83% alteraciones del apetito. Asimismo, más del 57% de las enfermeras y enfermeros participantes en el estudio admite haber tenido problemas sexuales.

Para Satse, los resultados de esta encuesta tienen una lectura clara y evidencian que la falta de protección, medios y profesionales ha perjudicado al conjunto de estos profesionales «que se han dedicado desde el inicio de la pandemia a cuidar y atender a millones de personas, poniendo en todo momento en claro riesgo su salud y seguridad, así como la de sus personas más cercanas», indican.

Satse viene realizando desde 2012 estudios de manera periódica para analizar las consecuencias a nivel psicológico y físico que tiene en las enfermeras y enfermeros su labor asistencial y de cuidados y, tal y como lamentan desde la organización sindical, «lejos de mejorar, sigue constatándose un empeoramiento generalizado que, en esta ocasión y a consecuencia de lo sufrido durante los meses de crisis sanitaria, es más grave y preocupante».

«La pandemia ha pasado una clara factura a la salud física, psicológica y emocional de las enfermeras y enfermeros y, por el momento, las distintas administraciones competentes no han avanzado en su compromiso reiterado de mejorar sus condiciones laborales y profesionales para que puedan atender y cuidar a los demás en entornos laborales saludables», afirma el sindicato.

Satse advierte que esta grave situación de estrés y sufrimiento psicológico y físico, que es estructural en la labor profesional de las enfermeras y enfermeros y que se ha agudizado este año con la pandemia de la Covid-19, no puede prolongarse «ni un minuto más» y, por ello, exige a los gobiernos estatal y de las distintas autonomías que, «con carácter urgente, pongan en marcha medidas estructurales de recursos y medios para acabar con esta insoportable situación».