La reconstrucción de Letur durará cuatro años

Y es que ese es el plazo marcado para que esta localidad de la Sierra del Segura vuelva a ser lo que era: uno de los municipios más visitados de la provincia de Albacete por la belleza de sus calles y de su entorno natural en el que destaca el arroyo que atraviesa el pueblo y que ha resultado letal . «Queremos optimizar todos los fondos que puedan llegar del Estado a través de la declaración de emergencia y también del Fondo Social Europeo, que se va a poner a disposición de infraestructuras públicas», ha informado al respecto el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, quien también ha aclarado que «vamos a acometer lo urgente, las obras de medio plazo y, además, a aprovechar las circunstancias para dejar este pueblo más hermoso».

Letur había conseguido en los últimos años un desarrollo económico basado en el turismo rural. De hecho, sus alojamientos habían colgado el cartel de lleno total para este puente del 1 de noviembre pero a lo largo de la semana las reservas se anularon por los efectos de la riada y porque, paradógicamente, muchas correspondían a vecinos de la Comunidad Valenciana.

Si los alrededores de este pueblo de mil habitantes cuentan con atractivos como bosques con sabinas, encinas y pinos centenarios; cascadas y zonas de baño; abrigos rocosos con arte rupestre levantino y poblados de la Edad del Bronce, el casco antiguo sorprendía por el trazado árabe de sus calles y callejones estrechos y repletos de adarves y arcos de piedra y por la rejería de sus puertas y ventanas. Realizado en tapial, con tierra, agua, cal, piedra, madera y caña, el casco antiguo de Letur logró la declaración de Conjunto Histórico-Artístico en 1983 por ser el trazado medieval de origen árabe mejor conservado de la provincia de Albacete.

De época posterior son, entre otros monumentos, su iglesia parroquial –del siglo XV-, y su ayuntamiento renacentista–del siglo XVI- que exhibe una curiosa placa conmemorativa en la que puede leerse «Viva el Rey Amadeo I y la Constitución», en referencia a Amadeo de Saboya, que reinó en España entre 1871 y 1873, y que es el único monumento dedicado a este monarca en España.

Un pueblo con encanto que el martes pasado se rompió al desbordarse el arroyo que lo cruza. El agua, que durante décadas discurrió entre canales de hormigón, se desvió por el casco antiguo convertido hoy en «zona cero» de la catástrofe. Un casco en el que estaba prohibido estacionar en épocas de gran afluencia de visitantes como los puentes festivos o Semana Santa. En 2028 se espera que Letur recupere el esplendor que perdió un 29 de octubre de 2024.