Las mejores cremas antiarrugas, según la OCU
El estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios establece que resultan más eficaces en hidratación que contra las líneas de expresión de la piel
Cuidarnos, tanto por dentro como por fuera, y mantenerse en las mejores condiciones físicas es una preocupación diaria. Además de mirar por nuestra silueta, la ... apariencia del rostro es uno de los aspectos que más se miman, por lo que las cremas antiarrugas suponen un 'must' en las personas de mediana edad, especialmente entre las mujeres.
Consciente de la importancia de estos cosméticos, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha examinado trece cremas antiarrugas, con un resultado demoledor: de los productos analizados, sólo tienen un efecto de reducción de las arrugas de entre el 10% y el 20 % y únicamente dos resultan «buenos» en eficacia. Ninguna se considera «muy buena» para conseguir reducir las líneas de la piel, aunque sí resultan eficaces en hidratación.
Claves del estudio
Para hacer el informe, cada crema fue usada mañana y noche durante 28 días por treinta mujeres seleccionadas bajo la supervisión de un dermatólogo. Todas tenían entre 40 y 65 años, y patas de gallo leves o moderadas. Aplicaban en una mitad de la cara la crema estudiada y en la otra mitad un placebo, es decir, una crema sin propiedades que proporcionó el laboratorio, ambas empaquetadas en envases anónimos, según explica la OCU.
La ley establece que las cremas cosméticas no pueden penetrar más allá de la epidermis
Para medir las arrugas iniciales en la zona de las patas de gallo y su eventual alisamiento al término de la prueba, el laboratorio empleó el dispositivo PrimosCR, cuyo sensor capta la proyección de luz de la superficie cutánea y ofrece precisas imágenes tridimensionales de sus rugosidades, volúmenes, etc. Para medir el grado de hidratación antes y después de la prueba, se usó un corneómetro en cinco puntos diferentes de la mejilla. Este aparato mide la capacitancia del estrato córneo utilizando un campo de dispersión eléctrica que penetra entre 10 y 20 micras en sus primeras capas. Cuanto mayor es el valor que arroja, mayor es la humedad retenida por la piel.
Conclusiones del examen
Las 30 usuarias que han probado las cremas tienen la impresión de que sus arrugas se han atenuado en una medida que califican de «ligera» en el caso de Cien, Nivea, Sisbela y Weleda, y de «buena» en el resto.
Sin embargo, solo dos obtuvieron una mejora en su objetivo de reducir las líneas de expresión hasta un 20%. Una de ellas es la más cara del estudio: Filorga Creme Time Filler, con un precio medio de 51 euros por 50 mililitros. La otra es una de las más asequibles: Cien Q10 Intense FPS 15 de día, disponible en supermercados Lidl, cuyo precio es de 3,99 euros por la misma cantidad, lo que supone un coste 13 veces menor que el de la anterior. En años anteriores esta crema se ha aupado a la primera plaza de este ránking.
Criterios tenidos en cuenta
Entre los criterios que se tuvieron en cuenta para realizar el examen de la OCU, figuran los siguientes:
- La eficacia era lo más importante (65% de la calificación global), sobre todo desde el punto de vista de la lucha contra las arrugas pero también contra la sequedad.
- La prueba de uso fue segunda en importancia (15%) y atendió a la satisfacción de las usuarias con las cremas, tanto en general como en relación a la textura y el olor, la aplicación, la absorción, la percepción de eficacia, la tolerancia, la intención de compra...
- El análisis del etiquetado (10%) y del envase (10%) iban a la par, por detrás de los parámetros anteriores.
Las cremas cosméticas no pueden penetrar más allá de la epidermis, que es la capa más superficial de la piel, no por falta de sustancias capaces de hacerlo, sino porque las regulaciones lo prohíben, pues se entraría ya en un campo propio de los medicamentos. Esta circunstancia limita su posibilidades de actuación, aunque la industria pone empeño en mejorarla. Entre los ingredientes más utilizados actualmente figuran el retinol (que mejora la textura, la pigmentación y las arrugas finas), las vitaminas C, E, B3 o Q10 (que combaten el daño oxidativo), los ácidos glicólico, láctico y cítrico (que exfolian y estimulan la producción de colágeno) o el ácido hialurónico (que retiene agua). Con todo, según apunta la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), la evidencia científica apunta a que todos ellos funcionan mejor o peor según muchos factores (como su concentración o su combinación con otros ingredientes que los «vehiculizan») y a que las pruebas para afirmar que combaten las arrugas son limitadas.
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