Malasmadres, Supernanny y Javier Urra: «Somos el niño que fuimos»

Con la tecnología en los más pequeños arrancó este primer debate de la Escuela de Familia: «Cuando los niños y niñas son pequeños es más fácil, nosotras en Malasmadres hemos hecho un proyecto en el que la parte más difícil a la que nos enfrentamos está en la adolescencia: al 73% les costaba poner límites en el uso de las tecnologías a sus hijos», aseguraba Laura Baena. «Hay que dejar que aprendan y acepten la frustración», coincidieron Javier Urra y Rocío Ramos-Paúl en sus siguientes declaraciones. «Tenemos problemas de gestión emocional cuando son tan pequeños porque, ¡ojo!, como llora o como se aburre... Le doy el móvil; pero lo que tienen que aprender es que a veces es bueno aburrirse y aprender a esperar en el médico sin un móvil delante», añadía Supernanny.

Las palabras de Javier Urra hicieron ver el lado más emocional de la educación: «La mayoría de la enfermedad mental de los adultos tiene su etiología en la infancia. Por ejemplo, el otro día con mi nieto de diez años veía a mi mujer que tenía un juego esencial de la vida: le decía 'Cú, cú' y él asomaba... Eso es imprescindible, tiene confianza, tiene vínculo, tiene apego; hay niños que no han tenido eso ni lo tendrán en la vida y eso les marca. Por mucho psicólogo o psiquiatra que luego digan que eso se repara no es verdad, están dañadísimos y lo ves en su mirada. Somos el niño que fuimos y por eso son tan importantes los primeros años», profundizaba el psicólogo.

Laura Baena, entre las cosas que se cuestiona día a día en esa educación desde pequeños, confesaba que está «la cultura de la inmediatez»: «Están acostumbrados a que todo lo tienen rápido, a esperar la respuesta de una persona humana en un momento. Tienen la impulsividad del 'siento y reacciono', al menos yo he notado eso en mi hija con su grupo de amigas de WhatsApp. Me preocupa la mentira en la que vivimos, a veces siento que estamos en 'Mátrix'», exponía la creadora de Malasmadres. En esa parte del debate sobre la «poca paciencia», Rocío Ramos-Paúl volvía a mencionar el tema de la frustración: «Cuando dicen 'dame el helado, dame el helado, dame el helado' o 'el móvil, el móvil, el móvil' hay que decirles que no. Y estarán enfadados y frustrados, pero que se aguanten y que lo resuelvan».

Dentro de esa psicología, crear dilemas desde el respeto a los niños y niñas que ya empiezan a crecer y adentrarse en la adolescencia es una de las cosas en las que incidieron en el debate: «¿Siempre hay que pelearse con el hijo? Hay que respetarse y hacerse respetar; la familia no es una democracia. El problema es... ¿Hoy se lee en casa? ¿Se regalan libros? Si haces eso y además les dices a los niños que los Reyes Magos les han traído cuatro juguetes y tienen derecho a dar uno a los que no tienen nada, es cuando empiezas a hacerle responsable. El truco está en eso: en ir a un campamento, en visitar un hospital para ayudar a los enfermos, en darle besos a la abuela que tiene alzhéimer o en explicarles lo que es el amor, que no tiene nada que ver con el sexo; por cierto, que es estupendo el sexo y puede haber amor o no. Pero hay que generarles dilemas cuando ya rondan los 14 años», reflexionaba Javier Urra.

«¿Qué señales lo indican y qué se puede hacer ante el ciberacoso?», preguntaba Ana Barreales a los expertos. «Hay que generar un ambiente de comunicación con los hijos», puntualizó Laura Baena. «Los padres tienen que conocer el cambio de conducta de sus hijos, si es muy sociable y no quiere ir al colegio, algo pasa. No se trata de obsesionarnos, pero sí de observarlos», añadió Urra. Y el detalle de las pantallas: «Cuando tienes a alguien a solas mirando y eres capaz de ver el miedo en sus ojos puedes parar la agresión, pero claro, como en el ciberacoso no lo tienen delante...», señaló Supernanny.

Al final del encuentro, en el turno de preguntas, una de las psicólogas que estaba entre el público, Amparo, quiso resaltar una de las partes negativas de las redes sociales: «Comparan su vida con la de otros referentes y se genera una desconexión ante la realidad... Eso les genera trastornos depresivos y se convierte en uno de los motivos, que son muchos, que les conducen al suicidio». A esa intervención contestó Laura Baena para comenzar otro debate: «Es la expectativa frente a la realidad, eso genera un reflejo y referente a veces difícil de alcanzar».

Con mucho diálogo y preguntas aún por resolver terminó este primer día de Escuela de Familia de SUR, que volverá en 2023 cargado de respuestas sobre los retos educativos del siglo XXI.