Qué hacer si... te va a atacar un perro peligroso

Aunque es muy difícil mantener la calma cuando ves que un perro peligroso va a por ti, si gritas o corres, el animal interpretará que eres una amenaza y se pondrá aún más nervioso, lo que incrementará las posibilidades de que la emprenda a mordiscos.

Evita el contacto visual. Puede considerarlo un desafío, una provocación o una amenaza, lo que empeorará la situación.

No hagas aspavientos para ponerle en fuga. Mantente inmóvil y con las manos pegadas al cuerpo. Si ves que se aproxima a ti, también puedes caminar muy despacio para alejarte de él.

Puedes intentar desviar su atención. Si el perro entra en una espiral violenta y logras despistarle con algo, quizá te libres de ser mordido. Si tienes a mano un palo, piedra o cualquier objeto, lánzaselo para que vaya a buscarlo y en cuando gire la cabeza, intenta ponerte a salvo, aunque recuerda que es más rápido que tú. No calcules mal.

Si el perro ya tiene la intención clara de morder -previamente suelen ladrar y gruñir-, intenta defenderte. Puedes arrojarle algo, pero no le des una patada ni un puñetazo porque se va a defender a dentelladas.

Si un perro ya ha iniciado el ataque, tírate al suelo y hazte una 'bola'. Protégete el rostro, el pecho y la garganta con brazos y manos y el estómago con piernas y rodillas. Así, si te muerde, no alcanzará las zonas más delicadas. Además, en ocasiones, al adoptar esa postura, el perro puede desistir y optar por dejarte en paz.

Otra opción es aprovechar nuestro tamaño para dejarle inmovilizado contra el suelo. Mantente fuera del alcance de su hocico.