Sendero del Mosto: una ruta circular desde Atajate

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Para comenzar esta ruta hay que dirigirse hasta el pueblo de Atajate, al que se accede por la carretera Ronda-Algeciras (A-369). Conviene dejar el vehículo aparcado en la entrada o salida del casco urbano, ya que en la parte más céntrica de la villa es mucho más complicado hacerlo. Una vez estacionado el vehículo hay que dirigirse por la calle Nueva hacia la calle Sauquillos, que abandona el centro del pueblo para enlazar con el inicio del sendero.

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Tras salir del casco urbano de Atajate por la calle Sauquillos, se verá a la izquierda un camino que comienza a descender a la izquierda. Junto a él hay una señal que indica que ahí comienza este sendero, conocido como el Paseo del Mosto. También se indica que por esta ruta se puede acceder a la vía ferrata instalada algunos metros más abajo. Por tanto, habrá que comenzar a descender por ese camino.

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Después de algo más de doscientos metros de descenso por el perímetro del cerro del Cuervo, en algunos puntos relativamente pronunciado, se llega al primer cruce de importancia de esta ruta. Ahí se bifurca este sendero del acceso a la antes mencionada vía ferrata. Por tanto, habrá que seguir por la senda angosta de la izquierda.

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Paradójicamente, según se va descendiendo, se van viendo mejores vistas panorámicas del entorno de Atajate. Cuando el camino pasa bajo los abruptos tajos calizos que hay en esta montaña, se pueden avistar algunos de los pueblos del entorno, como son Alpandeire o Faraján. Justo encima se verán los tajos más abruptos del cerro del Cuervo.

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Tras algo más de trescientos metros de descenso, se comienza a remontar para llegar al pueblo de Atajate. A diferencia de la bajada, la subida no tiene tramos acentuados, lo que hace aún más cómodo este corto camino. Eso sí, habrá que tener precaución para no confundir el sendero, que es muy intuitivo, pero que apenas tiene señales de confirmación.

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En los últimos metros se intuye la llegada al casco urbano y, por tanto, el final de esta corta ruta de senderismo. Además de algunas casas del barrio alto, se podrá ver la torre de la iglesia de San José, principal edificio de este pueblo de la Serranía de Ronda.

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Al pueblo se entra por su Barrio Alto, aunque en pocos metros se llega a la plaza principal de la villa, donde hay una majestuosa cruz. Merece la pena dar un paseo por las calles de la villa para ver sus principales construcciones, como la antes mencionada parroquia o un antiguo lavadero. También es muy interesante el patrimonio civil, que es mucho más anónimo, y que se puede ver en las portadas de muchas viviendas. Una de la curiosidades de esta localidad está relacionada precisamente con sus viviendas. Cada una de ellas tiene un rótulo en el que se puede leer el nombre o el apodo de sus propietarios.

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En los meses más fríos del año, en este sendero se puede ver el lirio de invierno (Iris planifolia), una vistosa flor violácea que es propia de estos enclaves de montaña. El resto de la vegetación que se puede ver en esta ruta es variada, ya que incluye desde espesas encinas hasta acebuches o incluso algunos ejemplares de cornicabra. Además, hay mucho matorral bajo compuesto entre otra especies por de retamas, jaras, aulagas, majoletos y tomillo. En lo que se refiere a fauna, lo más destacado es la presencia de algunas aves rupícolas, que tienen en los roquedales del cerro del Cuervo, su hábitat idóneo.