Ruta fluvial de Jimera: El camino que une a dos de las charcas más espectaculares de la Serranía de Ronda

Comarca: Serranía de Ronda

Municipio: Jimera de Líbar

Nivel de dificultad: Baja. Este recorrido lineal es llano, salvo alguna pequeña pendiente en el camino de las Artezuelas. A pesar de ser poco más de tres kilómetros (sólo ida), conviene llevar agua suficiente y llevar protección solar.

Tipo de ruta: Lineal

Duración aproximada: 1 hora y 15 minutos (sólo ida)

Longitud: 3,9 kilómetros (sólo ida)

Altura mínima: 381 metros

Altura máxima: 509 metros

Lugares de interés próximos: Charco de la Llana, charco de la Ermita, nacimiento de las Artezuelas, antiguo lavadero municipal, la Fuente, Los Molinos, la ermita de Nuestra Señora de la Salud y la iglesia del Rosario.

Para hacer este recorrido hay que dirigirse al núcleo rural de Estación de Jimera y, una vez se ha aparcado en sus calles, iniciar el camino en el paso a nivel subterráneo bajo la línea ferroviaria que hay en la calle Miguel de Cervantes. Además de ir hasta Estación de Jimera en coche, se puede buscar una alternativa en tren gracias a que por allí pasa la línea ferroviaria que une a Ronda con Algeciras. En ese caso, habría que comprobar los horarios de ida y vuelta con RENFE.

1Una vez que se ha localizado el paso subterráneo para eludir la línea ferrotivaria Ronda-Algeciras, se llega a la calle Guadiaro, en la que hay que avanzar tan sólo unos metros para llegar hasta el río del mismo nombre. Ahí justo hay que girar a la derecha por la avenida de la Barca, que es la que conduce tanto a la antigua capilla, hoy en ruinas, como a la gran charca de la Ermita, que es el primer hito de esta ruta fluvial. En este lugar se puede descansar u optar por darse un refrescante baño en verano.

2Desde la charca de la Ermita, hay que volver por los mismos pasos por la calle Barca y continuar hacia el sur, en paralelo al Guadiaro, de tal forma que este río queda a la derecha. Se obvia la calle Guadiaro y se continúa dejando atrás la barriada de la Estación de Jimera. Poco después se pasa bajo la carretera que une a este núcleo con la carretera MA-8401 (entre Benaoján y Cortes de la Frontera). Llega aquí la parte de la ruta más expuesta al sol y también la que más pierde el contacto con el río.

3Desde que se pasó bajo la carretera, el camino sigue bajando hacia el sur entre algunas huertas, para poco después volver de nuevo a una zona más poblada por árboles que protegen a la ribera. Así, tras unos cuantos metros más se llega hasta una zona donde antaño hubo varios molinos que aprovechaban la fuerza del agua del Guadiaro. Poco después se llegará al que se conoce como el charco de la Llana, otro de los lugares más buscados en la Serranía de Ronda como piscina fluvial.

4Desde la charca de Llana para regresar hay que hacerlo hasta el mismo camino hasta la calle Guadiaro, desde donde se vuelve a tomar el paso subterráneo bajo la línea ferroviaria para regresarl al punto de partida.

5Como complemento a esta ruta, antes o después se puede visitar el manantial de las Artezuelas, que está espectacular en el inicio de la primavera, siempre y cuando haya llovido bien en los meses anteriores. Para ello, lo más recomendable es trasladarse a pie o en vehículo hasta la barriada de la Estación. Para ello habrá que tomar la carretera MA-8307, casi hasta el final. Tras cruzar el puente sobre el Guadiaro, antes de enlazar con la carretera que une a Jimera con Cortes de la Frontera y Benaoján, habrá que desviarse a la derecha y buscar aparcamiento en la zona. Después habrá que ir andando hacia el oeste, de tal forma que el Guadiaro quedará a la derecha. Primero, se irá por un carril de una zona residencial. Después, tras sortear una de las casas por un sendero estrecho se enlazará con un carril algo más ancho que va en paralelo al río hasta llegar al nacimiento de las Artezuelas, situado casi a 1,5 kilómetros del punto de partida. En verano su caudal suele estar muy mermado, pero sólo por el sendero en paralelo al Guadiaro merece la pena hacerlo.

En este recorrido, tiene especialmente importancia la vegetación de ribera, como zarzas, adelfas, juncos y otras especies propias de estos hábitats. Además, en los alrededores hay también adehesado, bosque mediterráneo o cultivos tradicionales, como el olivo o el almendro. c A todas ellas hay que unir las fértiles huertas de regadío que aprovechan la riqueza hidrológica de esta zona de la Serranía de Ronda. En lo que se refiere a fauna, además de algunos peces y pequeños mamíferos, se pueden avistar numerosas especies ornitológicas propias de hábitats ribereños y de bosque mediterráneo, como el martín pescador, el andarríos chico, el pico picapinos, la lavandera blanca y la cascadeña, el ruiseñor común, el alcaudón, el gavilán, el milano negro, el avión roquero, la garza real, el cormorán, el vencejo o el estornino, entre muchos otros.