El Obispado de Málaga mantiene la prohibición de los actos de culto en la vía pública

No obstante, esa flexibilización aplicada por esas dos diócesis andaluzas no va a ser todavía llevada la práctica en Málaga, donde se mantiene vigente por el momento el decreto del obispo, Jesús Catalá, en el sentido de prohibir cualquier tipo de acto de culto que haga uso de la vía pública. «Respecto a los actos litúrgicos en la vía pública, en la diócesis de Málaga siguen vigentes las disposiciones establecidas, en la situación actual«, apuntaron fuentes del Obispado a preguntas de este periódico. Asimismo, recordaron que para la celebración de la Misa del Alba de la Cofradía de Jesús Cautivo y los actos litúrgicos al aire libre de la cofradía de Los Verdes de Alhaurín el Grande, ha sido necesario solicitar una dispensa específica del obispo, además del permiso de la autoridad civil competente.

Así, por el momento se mantiene intacto el decreto del pasado mes de enero por el que Jesús Catalá aplicó «la suspensión 'sine die' de todos los actos que tengan carácter de culto externo y todas las celebraciones en las que se haga uso de la vía pública», si bien se siguen permitiendo actos de veneración extraordinarios a las imágenes en sus templos, en sustitución de las procesiones.

En el caso de la procesión del Corpus Christi, desde la diócesis ya se ha comunicado que volverá a celebrarse por segundo año consecutivo de forma claustral por el interior de las naves de la Catedral, y en cada uno de los templos que tengan el espacio suficiente para poder desarrollarla así. En el caso del primer templo malagueño, será el domingo 6 de junio, tras una misa a las 11.30 horas, que se organizará por invitación, con aforo limitado de algo más de doscientas personas, si bien se dejará una parte de asientos para que puedan ser ocupados por los fieles que habitualmente asisten a los cultos en la Catedral. El Santísimo volverá a recorrer las naves catedralicias en una custodia portada por el obispo, y cobijada bajo una 'umbrella' eucarística, una especie de sombrilla que se porta a modo de palio como signo de respeto hacia la sagrada forma.