Málaga, Mena y La Legión renuevan sus estrechos vínculos

Los estrechos vínculos que unen a Málaga, Mena y La Legión desde hace casi un siglo se han vuelto a renovar en la mañana de este Jueves Santo, donde miles de personas han abarrotado el puerto de la capital y las calles y plazas que unen a este punto con la iglesia de Santo Domingo para presenciar el desembarco de los caballeros y damas legionarios que han participado en el tradicional traslado del Cristo de Mena a su trono procesional en la Semana Santa de 2025. Unos actos que han vuelto a dejar patente el fervor legionario de Málaga.

Como novedad, las tropas han desembarcado sobre las diez de la mañana en el muelle 2-Palmeral de las Sorpresas del puerto de la capital después de tres años haciéndolo en el Dique de Levante y lo han hecho por primera vez desde el buque de acción marítima 'Furor' (P-46) de la Armada Española al mando del capitán de corbeta Ángel García Estrada. Del mismo desembarcó la compañía de honores del Tercio Alejandro Farnesio, con sede en Ronda, y al que por turno rotatorio entre los cuatro tercios, le corresponde este año este año acompañar a su Cristo Protector. Tras formar ante las autoridades civiles, militares y religiosas que acudieron al acto, la máxima autoridad militar presente, el Jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra (JEME), general Amador Enseñat y Berea, ha pasado revista a las tropas antes de que estas abandonaran desfilando el recinto portuario.

Entre aplausos, vítores y muestras de cariño del numeroso público que llenaba las calles del Centro de Málaga, las tropas legionarias han llegado a las 12.05 horas a una abarrotada plaza de Fray Alonso de Santo Tomás -desde la madrugada había público esperando para estar en las primeras filas-. Entre las autoridades presentes han estado el presidente de la Junta, Juanma Moreno, acompañado de los consejeros Carolina España (Economía y Hacienda), Rocío Blanco (Empleo) y Arturo Bernal (Turismo), el presidente del Parlamento andaluz, Jesús Aguirre, el embajador de Corea del Sur en España, Lim Soosuk, el subdelegado del Gobierno en la provincia, Javier Salas, los alcaldes Francisco de la Torre (Málaga) José Luis Martínez Almeida (Madrid) y José Mazarías (Segovia), el rector de la UMA, Teodomiro López, el obispo de la diócesis, Jesús Catalá, el obispo emérito de Pamplona, Francisco Pérez, el presidente de la CEOE,Antonio Garamendi, o el actor y director, Antonio Banderas.

Antes de comenzar el traslado, se ha desarrollado el tradicional relevo en la custodia del estandarte del Cristo de la Buena Muerte y Ánimas orlado por los guiones y banderas legionarias. El coronel del Tercio 'Alejandro Farnesio' IV de La Legión, Fernando Sánchez Pérez, le ha hecho entrega de la insignia al jefe del Estado Mayor de la Brigada de La Legión, teniente coronel Enrique Moreno Esteban, en lo que es la quinta rotación al unirse a este acto de custodia, que hasta ahora realizaban los cuatro tercios, la Brigada de La Legión.

La finalización de este protocolario acto castrense han dado paso al inicio del traslado cuando desde el lúgubre interior de las naves de la iglesia de Santo Domingo ha salido la majestuosa imagen del Cristo de la Buena Muerte a hombros de una escuadra de gastadores de La Legión a los sones del Himno Nacional y del 'Novio de la Muerte'. Ha sido un año especial para el cabo primero José María Martín Urbaneja, quien tras 28 años portando al Cristo este año se jubila.

Cuando la imagen ha quedado en el centro de la plaza se ha vivido uno de los momentos de mayor emoción con el homenaje a los caídos a los acordes del toque de oración; momento donde los legionarios han alzado al Crucificado al tiempo que los guiones de La Legión se han inclinado hacia la imagen rindiendo honores a su Protector Oficial. Previamente, monseñor Cátala ha dirigido unas palabras donde ha destacado que Jesucristo es «motivo de esperanza» y tras pedir por los difuntos ha dirigió el rezo del Padrenuestro, el Avemaría y el Gloria.

A los sones de la marcha procesional 'Cristo de La Legión' de Eloy García, la imagen ha sido introducida en la casa hermandad para su entronización. Una vez concluida esta maniobra a través de un sistema de poleas, las tropas legionarias han abandonado desfilando la plaza tras cantar el himno de La Legión y enunciar dos partes del credo legionario: el espíritu de combate y el espíritu de la muerte.

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