El obispo dice que hay celebrar con gozo que el Mutilado sea ahora el Cristo de la Clemencia

El obispo ha dicho que hay que celebrar con gozo la decisión acordada por la cofradía de que, una vez restaurado, el Mutilado pase a llamarse Santísimo Cristo de la Clemencia. «Ha sido un largo, lento y difícil proceso histórico», ha asegurado monseñor Catalá en referencia al tiempo transcurrido hasta que el Crucificado ha recuperado las piernas perdidas «durante la persecución religiosa». Asimismo, ha mencionado las tensiones habidas desde que la cofradía dejó de procesionar al Mutilado, algo que «la Iglesia no podía autorizar».

El obispo ha señalado que se abre una etapa ilusionante para la Cofradía del Cristo de la Clemencia, que espera que esté «llena de gozo y felicidad». A los hermanos de la cofradía les ha pedido que sean «buenos discípulos del Cristo de la Clemencia».

Tras la intervención llevada a cabo por Miñarro, el Cristo ha recobrado su aspecto primitivo como han podido ver las personas que han asistido a la eucaristía, que ha tenido lugar en el primer templo de la ciudad. Junto al hermano mayor de la Cofradía de la Clemencia, Manuel Sánchez, han estado el presidente de la Agrupación de Cofradías, Pablo Atencia, y el presidente de la Agrupación de Congregaciones, Hermandades y Cofradías de Gloria, Juan Márquez. La misa se ha celebrado con aforo reducido y con las medidas de seguridad fijadas a causa de la pandemia del coronavirus.

El trabajo realizado por el imaginero sevillano ha consistido en dotar a la imagen de las extremidades que le fueron arrancadas en 1936. Así, Miñarro ha reconstruido las piernas mediante un método que permite retirarlas si se quisiera hacer. Según el autor de la restauración, «es un sistema reversible a modo de prótesis para que no haya una falsificación histórica de la imagen«. Así pues, se aprecia una pequeña junta de unión entre la zona primitiva y la nueva. «Será prácticamente invisible a una distancia moderada. Se han aplicado unos criterios casi arqueológicos«, aseguró el profesor Miñarro.

Además del trabajo que ha permitido que la talla deje de estar mutilada, el imaginero ha actuado en la policromía de la imagen, de forma que esta ha recuperado la pintura original, de una tonalidad más clara, con lo que se distinguen mejor las marcas de los latigazos y los regueros de sangre.

El acto de reposición al culto del Cristo de la Clemencia se ha realizado en la Catedral debido a los problemas de estructura que obligaron al cierre de la iglesia del Sagrario. Por eso motivo, la imagen permanecerá en una capilla del primer templo de la ciudad hasta que pueda volver al Sagrario.