A favor y en contra de 'Un amor'

Escrita por Sara Mesa, 'Un amor' fue la novela revelación de 2020 y su adaptación a la gran pantalla fue también una de las películas más interesantes del pasado año, que recuperaba a la mejor Isabel Coixet. La novelita contaba la historia de Nat, una joven perdida que se muda al campo para escapar de la gran ciudad. Pocas cosas en el pueblo son agradables, pero todo acaba torciéndose aún más cuando una tormenta deja claro que el techo de la casa que ha alquilado es incapaz de aguantar las torrenciales lluvias. Sin un duro en la cuenta, Nat se verá obligada a llegar a un acuerdo con un lugareño, al que apodan el alemán, que se compromete a arreglarle el tejado si le deja acostarse con ella una sola vez.

Frente al personaje áspero que se dibuja en la novela, Coixet dulcifica a Nat, dando razones de peso a su crisis vital, y a la vez realiza un trabajo interesantísimo retratando la hostilidad del paisaje y de un paisanaje aparentemente encantador pero que esconde aviesas intenciones. Resultan claves aquí las maravillosas interpretaciones de todo el elenco. Desde el casero malencarado y machista al que da vida Luis Bermejo hasta la perfecta vecina de al lado, interpretada por Ingrid García-Jonsson, que ve amenazada su 'idílica' vida con la llegada de Nat, pasando por Píter, el artista del pueblo, que se acerca a Nat por interés y acaba desvelando su oscuro carácter al ver que no consigue lo que quiere. Hugo Silva está tan contenido como estremecedor y debería llevarse, sí o sí, el Goya al mejor actor de reparto.

Mención aparte merecen los dos protagonistas de la cinta, Laia Costa y Hovik Keuchkerian, ambos nominados a mejor actriz y mejor actor. Son el alma de una película asfixiante y opresiva que, si bien es cierto que va de más a menos, en su conjunto resulta interesante y muy especial y todo un espejo en el que mirar las microagresiones y micromachismos, casi imperceptibles, que nos rodean y cometemos en el día a día.

El que esto escribe se ha metido en un «fregao', porque disfrutó de 'Un amor', aunque mucho más de su libro de partida, pudiendo caer en una marea de tópicos en el presente texto comparando lo que no hay que comparar. Cada medio es un mundo, cada obra es única en su formato, pero es cierto que la prosa de Sara Mesa, la misma que despierta filias y fobias, mantiene una atmósfera más inquietante que la versión cinematográfica. El giro en el cual la protagonista decide compartir cama con el ogro del cuento no cuela igual en la obra de Coixet, quien se toma algunas licencias discutibles, como ese baile final de Laia Costa, esa danza de liberación, demasiado new age.

La relación entre los protagonistas se entiende mejor en la materia prima escrita pero, dejando a un lado esta confusión en la traslación a imagen real que no resulta preocupante, si algo se puede señalar como incomprensible es el trabajo interpretativo de Luis Bermejo, un actor sublime que peca de sobreactuado en su rol de machirulo con olor a naftalina. Afortunadamente, el resto de personajes no están tan subrayados, pero sí se remarcan en exceso las posibles lecturas de una película con inevitables luces y sombras que encuentra el equilibrio en la mente del espectador inquieto: cuando deja poso e invita a la reflexión finalizada la proyección.

Los temas que plantea 'Un amor', y cómo los explora, laten con fuerza por momentos, con destellos de genialidad frente a más de una incomprensible torpeza -alguna antes mentada-, impropia del talento de una autora con una trayectoria profesional con marca personal. Si hay más virtudes que defectos en la adaptación depende de la entrega del público ante la última propuesta de Coixet, una cineasta audaz que experimenta por encima de la media en el marco del cine comercial. Aunque no acierte en la diana siempre y parezca que le cuesta rematar la faena, apenas deja indiferente. Si resulta irritante, es por una cuestión de prejuicios. Esperemos que se porte bien y deje su lado histriónico a un lado si le toca recoger algún premio y dar un discurso.

Los redactores de Pantallas analizan las posibilidades de todas las nominadas a ganar el galardón a mejor película en los Goya 2024.