La última bala de Casado
Pablo Casado se ha enfrentado a sus segundas elecciones generales con un mensaje más moderado y una última bala en su revolver tras cosechar en ... abril un gran batacazo: el PP bajó de 137 a 66 escaños, pulverizando la peor marca registrada en 1989 por Aznar con 107 diputados. Un descalabro clamoroso que lanzó mucha carnaza a los caimanes de Génova.
Los 87 diputados ganados ahora por el PP, 21 más que en los anteriores comicios, es una noticia agridulce para Casado, que siente ya en su nuca el aliento de Vox: el partido de Abascal ha doblado diputados, se sitúa a un millón de votos de los populares y está dispuesto, con ese amplio impulso, a marcar agenda en instituciones y comunidades, entre otras, Andalucía.
El PP ha mejorado su representación parlamentaria, pero sigue siendo el segundo peor resultado de la historia del partido. Casado hablaba anoche con un tono triunfalista de remontada con unos resultados muy alejados de las expectativas que él mismo se había marcado, en las que no descartaba el empate técnico con el PSOE ni el vuelco electoral. Las previsiones le han vuelto a fallar a los populares.
En Galicia, el PP ha recuperado el liderazgo después de que en abril el PSOE les superara por primera vez. Allí, Alberto Núñez Feijóo sí ha frenado el embate de Vox, que se ha quedado sin escaño.
El PP no tiene de momento opciones de llegar a la Moncloa y Génova no tiene intención de mover liderazgos. Tendrá que rebuscar alguna bala en la recámara para que el aliento de Vox no rebase su nuca y no se convierta en un indigesto sorpasso.
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