Sobre eso mismo
CITA EN EL SUR ·
Necesitamos un monotema que sustituya al nuevo monotemaHe optado por no pronunciar el término coronavirus, pero acabo de hacerlo hace seis palabras, es que resulta muy difícil evitarlo. Estamos en una época ... de monotemas y de posturas radicales, de condenas: el monotema del anatema. Cuando le pedía a mi compañera Ana los apuntes de matemáticas le decía Ana, tema mate, por favor. Recuerdo que de matemáticas me gustaban las derivadas, pero no recuerdo las derivadas. Ahora el monotema es ese de la palabra innombrable, ya saben. Es mejor preocuparse lo justo y recrearse en noticias aparentemente secundarias, o sea: derivadas, que me siguen gustando. Lo que pasa es que la Iglesia, así, con mayúsculas (¿por qué no se escribe mayúscula con mayúscula?), ha pedido que se vacíen las pilas de agua bendita y ahí me ha entrado el miedo en el medio. Dios no puede permitir la infección del agua bendita. También han aconsejado que en las misas los feligreses se den la paz sin contacto físico. Con una sonrisa amable y un levantamiento de cejas, tal vez una palabra cariñosa. Muchos titulares son sensacionalistas y mis hijos están muy afectados al leer en la portada del periódico que el Estado se plantea el cierre de colegios. 'La peste', no la fantástica serie de Alberto Rodríguez y Rafael Cobos, sino la fantástica novela de Albert Camus, está vendiéndose como si no hubiera un mañana, pero a lo mejor es que no lo hay. 'La peste' se desarrolla en Orán (Argelia), y yo la leí en Orán (Argelia). Como con las derivadas, sé que me gustó pero no me acuerdo. La serie 'La peste' también trata de un virus y también me gustó, y encima me acuerdo. La memoria, como el gran compositor, falla. O como las fiestas de Valencia. La memoria que falla, arde. Como Mississippi. Cuando mi hermana no quería que yo me enterase de lo que decía usaba palabras como Mississippi, todas las sílabas con la misma vocal, como Hirirshi, viceministro de Sanidad de Irán, que ha muerto de eso mismo. El médico chino que alertó de la enfermedad, Li (la maldición de la letra i) Wenliang, también ha muerto. Fue represaliado por el Gobierno acusado de difundir rumores y cuando ya empezaron a tratarlo como héroe se ha muerto. La pandemia avanza y lo mejor es hacer como Poncio Pilatos: lavarse las manos. Yo confío en las autoridades sanitarias, entre otras cosas porque no me queda más remedio. Li Wenliang tenía un hijo pequeño y su mujer estaba embarazada. Otro médico de Wuhan retrasó su boda para tratar a los enfermos y también ha muerto. Todo esto pasará y al menos nos dejará un puñado de chinos muy grandes. Ya que lo del agua bendita no funciona, espero que Dios nos pille confesados.
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