Los presupuestos, la propaganda y la realidad...
Ya sabemos en qué se va a gastar el dinero público en la provincia de Málaga el próximo año. Los gobiernos central y autonómico han ... presentado con gran alharaca sus cuentas diciendo obviamente que son magníficas, que son las que se necesitan en estos momentos, que son, en definitiva, mucho mejores que las que presentaban las del partido que ahora está en la oposición. Ante este juego propagandístico está la realidad de los números. Y no puede ser más descorazonador para los malagueños. Son pírricas si nos atenemos a la inversión por habitante, que es el dato que hay que mirar. Lógicamente a más habitantes tendrá que haber más inversión. El Gobierno ha situado a Málaga en el antepenúltimo lugar con una inversión de 133 euros por ciudadano, mientras que la Junta la ha colocado en el en los 272 euros por habitante, que aunque sea el doble que la nacional, coloca a Málaga en el farolillo rojo de la Comunidad. Como el Málaga, vamos. Esta es la realidad. Los socialistas apuntan que se han volcado en las ayudas a las familias más desfavorecidas y por eso hay menos dinero para el cemento, mientras que la Junta asegura que no hay más para inversión porque los grandes proyectos están en fase de redacción de proyectos. A ninguno les falta razón en sus argumentarios, pero hay una realidad palpable: hay proyectos vitales para la provincia que siguen en el olvido más absoluto. Por un lado, a nivel estatal, el tren a Marbella sigue siendo algo utópico. Ningún gobierno quiere reparar el abandono histórico que sufre la localidad costasoleña, que es la única del país con una población superior a las cien mil personas que no está conectada por tren. Cuando no saben qué decir apuntan que hay que debatir el tipo de tren que se quiere, que si un cercanías, que si un tren de alta velocidad, que si uno medio, que si tal y cual y que ya veremos lo que se hace. Todos estos son los que se ponen la chapita multicolor en la solapa o que no se quitan la palabra sostenibilidad de la boca para decir lo mucho que están luchando para combatir el cambio climático. Pues resulta que el tren es el medio de transporte más sostenible y la provincia no puede estar más castigada en este sentido, pues no se hace nada por el tren litoral y Renfe castiga no se sabe muy bien por qué a Málaga con una reducción de las frecuencias con Madrid. ¿Alguien lo entiende?
Por su parte, la Junta se ha olvidado de nuevo del desdoblamiento de la carretera que une Málaga con Ronda, que sólo es autovía hasta que llega a Zalea. La delegada del Gobierno le prometió en septiembre a la alcaldesa de Ronda que tranquila, que iba a haber partida presupuestaria para continuar hasta Ardales la autovía del Guadalhorce. Nada de nada y una vez más la excusa será que hay que ver qué dice el estudio sobre el trazado, y que si tal y cual, como pasa con el Gobierno central. Tampoco se sabe nada sobre qué va a hacer la Junta de Andalucía para solucionar uno de los principales problemas que sufren los ciudadanos malagueños, sobre todo, los más jóvenes: la construcción de VPO. El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, criticaba, y con razón, que los socialistas no habían hecho prácticamente nada en 37 años al respecto (no llegaron a medio centenar las VPO promovidas por la Junta de entonces) y ahora guarda un sorprendente silencio al respecto, por lo que el Ayuntamiento sigue asumiendo unas competencias que no son suyas y que sin duda redunda en el presupuesto municipal, que tiene que destinar varios millones que podrían ir a cuestiones puramente municipales o que ayudarían a aflojar la presión fiscal sobre los malagueños. Pues de eso ni mú. Es cierto que los socialistas estuvieron 37 años, pero el PP ya lleva más de una legislatura y ya es tiempo más que suficiente para que se hubiera hecho algo.
Existe la creencia entre los políticos que Málaga ya ha tenido suficiente inversión en décadas pasadas con el aeropuerto, el AVE o las rondas de circunvalación, pero no hay que obviar que todas las provincias han experimentado un crecimiento en este sentido, por lo que la provincia no se puede quedar atrás. Porque seguimos estando atrás, en el vagón de cola de la renta por hogar. Andalucía sólo supera a Extremadura en este sentido, y en diez años sólo ha mejorado un 0,23%. Esta es la realidad más allá de la propaganda de unos y otros.
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