PRELUDIO A LA XXX TEMPORADA CON ÉXITO

Como avanzada y de alguna forma pregonera del XXX aniversario de la temporada lírica del Teatro Cervantes, que acogerá representaciones de tres óperas de Verdi -esto es 'La Traviata', 'Aida' y 'Otelo'-, la escena de nuestro primer coliseo acogió anteanoche un concierto que calificaríamos de extraordinario. Todos los intervinientes, malagueños: Orquesta Filarmónica de Málaga, Coro de Ópera de Málaga, cuarteto vocal solista con las sopranos Mónica Campaña y María Lourdes Benítez, el tenor Luis Pacetti y el barítono Borja Tójar. La dirección de la jornada que pasamos a comentar estuvo a cargo de Salvador Vázquez (Málaga, 1986). En cuanto al repertorio, un tanto 'descolocado', se incluyeron preludios, intermedios y arias con mayoría de autores italianos (alguna pieza anunciada faltó) y españoles del mundo de la zarzuela y de la ópera.

Gran protagonismo el del Coro de Ópera local, que llevó el peso del concierto, rebasando la decena de intervenciones con los dos bises, a la vez que incansable nuestra Orquesta Filarmónica. El primero -el propio Salvador Vázquez es su director titular- muy bien, conjuntados y cantando con intensidad y efectos. La segunda, nuestra OFM con Andrea Sestakova como concertino, sonó bien empastada, ya con fuerza, ya con delicadeza. Muy seguro durante todo el programa Salvador Vázquez, bien identificado lo mismo con la ópera que con la zarzuela.

Destacó en las voces solistas (por cierto no hubo dúos, ni tercetos, ni cuartetos, solo arias y otras puntuales intervenciones con el coro) el tenor Luis Pacetti, gran momento vocal el suyo como lo expresivas y atractivas fueron sus intervenciones; Mónica Campaña produjo gratísima impresión interpretando con buen estilo; María Lourdes Benítez igualmente lucida y segura; en cuanto a Francisco Tójar, lo observamos más incómodo vocalmente.

El público que llenaba el Teatro Cervantes no fue parco en los aplausos que dedicó a cuantos participaron en este concierto. Dos bises, el suave canto a boca cerrada de 'Madama Butterfly' de Puccini con el coro reducido en su número y el célebre brindis del primer acto de 'La Traviata' de Verdi, con todos los intérpretes, pusieron el broche final al concierto del Cervantes.