Sin periodismo no hay democracia
Había una época en la que la prensa asumía un papel esencial en la conformación de la opinión pública, y la gente se agolpaba en ... los kioscos para no perderse el periódico o revista que recogía tal o cual noticia que resultaba relevante en ese momento. Era un mundo aquel con limitada oferta informativa, casi todo pasaba por la prensa escrita si querías enterarte de lo que pasaba en España. Ahora que nos acercamos a los 50 años de la muerte de Franco, conviene recordar expresiones como 'La canallesca', acuñada por algunos jerarcas del franquismo moribundo para mostrar su malestar y rechazo ante los intentos de la amordazada prensa de la época por informar de lo que pasaba en la España de finales de la dictadura; a estos fascistas no les gustaba que los lectores pudieran recibir información sobre huelgas, manifestaciones, y otras muestras de que el país se movía en una línea, la democracia, y por eso, para ellos, la prensa, los periodistas eran 'canallas' que se jugaban su libertad, y su patrimonio soportando multas millonarias y a los que a veces les cerraban periódicos, como el diario Madrid, al que Fraga puso en su punto de mira.
El informe de 2025 de Digital News Report ofrece datos desoladores respecto al papel de los periodistas profesionales en el mercado de la información, ya que observa que crece la dependencia de las redes sociales, las plataformas de vídeo y los agregadores online., con los influencers desempeñando un papel más que relevante en la configuración del debate público y con una media mundial del 58% de personas que muestra inquietud por su capacidad para distinguir qué es verdadero y qué es falso al consumir noticias online. Respecto a España, el informe refleja que, a pesar del moderado aumento de la inversión publicitaria, no está asegurada la sostenibilidad de los medios tradicionales. En definitiva, los periodistas ceden terreno ante otros agentes, ninguno de los cuales se caracterizan por la objetividad.
A los jóvenes, que en cualquiera de nuestras Universidades ahora se forman para ser periodistas, les quiero destacar, en mi condición de jurista, la enorme importancia que tiene lo que harán cuando, espero que pronto, se incorporen al ejercicio de su digna profesión, y que no es otra cosa que la garantía de nuestro derecho, el de todos, a recibir información veraz, como proclama el artículo 20 de la CE: «1. Se reconocen y protegen los derechos: .....d) A comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión. La ley regulará el derecho a la cláusula de conciencia y al secreto profesional en el ejercicio de estas libertades.» Los periodistas, en su trabajo en los medios de comunicación, son pieza clave de un Estado democrático, y para muestra se debe recordar lo que mantiene nuestro TC, al decir sobre este derecho que «... garantiza el mantenimiento de una comunicación pública, sin la cual quedarían vaciados de contenido real otros derechos». Frente a este panorama, los consumidores de noticias tenemos un papel, que no es otro que distinguir el grano de la paja a la hora de recibir información, y pagando por la misma según nuestra elección. Y los medios de información deben asumir que no son unas empresas sin más, por lo que al razonable equilibrio económico para garantizar su viabilidad, hay que añadir la decidida voluntad de sus gestores para cumplir ese mandato constitucional, y sin los profesionales de la información, los periodistas, trabajando en condiciones dignas, no será posible el papel esencial que la prensa juega en una sociedad democrática.
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